La última vez que sus seguidores vieron a Yuri Vargas en la televisión fue hace solo meses y ya la extrañan.
Después de su papel de Yazmín en Arelys Henao: canto para no llorar, la novela inspirada en la reina de la música popular, Yuri Vargas está promocionando varios proyectos delante de cámaras para plataformas como HBO y Amazon Prime.
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La paisa de 33 años lleva casi 20 años en la televisión, y sus seguidores la recuerdan por sus personajes en Amor Sincero, Lady, la vendedora de rosas, Las hermanitas Calle, La nocturna y Amar y vivir. En varias ocasiones, Yuri, la hermana mayor de María José Vargas, protagonista de Las Villamizar, ha compartido una pasión que combina el arte y el deporte.
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Yuri Vargas y la otra profesión que le enseñó disciplina
Sea en un lago, en una piscina o en el mar, Yuri Vargas no desaprovecha la oportunidad para practicar la disciplina que tanto le enseñó en su infancia.
La paisa vivió toda su niñez en Aranjuez, una de las comunas de Medellín, en donde enfrentó situaciones de peligro, pero como ella misma lo ha dicho, no siente más que orgullo por sus raíces.
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Su progenitora es su mayor fuente de inspiración y siempre le inculcó que se puede buscar otra vida¸ como dijo en una entrevista para El Universal. “Mi mamá es súper soñadora y me enseñó que sí se puede buscar otra vida, y lo que está pasando conmigo es una prueba de que se deben hacer las cosas bien y sin pisotear a nadie”.
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Desde su niñez, Yuri Vargas encontró en el nado sincronizado su refugio y su pasión. Una década después sigue demostrando que la práctica hace al maestro.
Aunque Yuri se retiró de la disciplina hace varios años, cada vez que tiene oportunidad, hace gala de su excelente estado físico y de su coordinación en el agua. Sus rutinas muestran la rigurosidad y equilibrio que sólo tiene alguien que se dedicó en cuerpo y alma al nado sincronizado. Sus más de dos millones de seguidores en redes sociales le envían mensajes llenos de admiración cada vez que la actriz sube un video mostrando su gracia y plasticidad en el agua.
Yuri Vargas, que publicó varias fotos de su infancia practicando esta disciplina, practicaba desde los once años y aunque abandonó la práctica profesional cuando dejó Medellín, agradece con el corazón todo lo que aprendió en su momento. “Inicios que me llenaron de alegría, satisfacción y disciplina”, escribió junto a las imágenes de su niñez.
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A Bogotá llegó con muchos sueños, vivió situaciones de estrechez económica que incluso la llevaron a vivir en un motel, pero nunca dejó de tocar puertas. Su perseverancia dio frutos, y Caracol Televisión le brindó la primera oportunidad delante de cámaras en la novela La Saga, negocio de familia, en el 2005.
Ahora no es solo reconocida en la televisión colombiana, también es una gran empresaria desde el 2015 con su marca de exfoliantes y splash para el cuerpo.
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