El medio sensacionalista Mail on Sunday reveló que la esposa del exfutbolista David Beckham había optado por acogerse al plan implementado por el Ejecutivo, para suspender a 30 empleados de su marca.

Los medios locales se han cebado por ello con la excantante británica, cuya fortuna familiar se estima en 335 millones de libras (378 millones de euros).

A la ex Spice Girl se le reprocha que con su patrimonio no haya sufragado ella misma los salarios de sus trabajadores, suspendidos de empleo durante la crisis de la COVID-19.

Según el citado periódico sensacionalista, Beckham, una mujer con una situación económica privilegiada, “se aprovecha” del programa de emergencia del Ejecutivo británico.

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El periodista Piers Morgan, conductor de un programa de televisión diario, reprendió a Beckham que ese plan no había sido diseñado “para millonarios” como ella y su marido.

Las críticas a la empresaria contrastan con otra noticia divulgada por medios locales, que revela que el príncipe Carlos de Inglaterra ha tenido que suspender a 200 empleados de su fundación, pero él mismo financia de manera privada sus salarios, en lugar de recurrir a la ayuda de emergencia del Gobierno.

En este caso, un portavoz del heredero de la corona señaló que la fundación del príncipe “ha puesto a varios empleados en ‘furlough’ (algo como un permiso)”. Sin embargo, precisó, “no va a acceder al apoyo financiero del programa de retención de empleo del Gobierno”.

“Cuando es posible, algunos empleados continúan trabajando desde casa. La fundación del príncipe paga los sueldos de estos trabajadores”, reiteró la fuente.