Su padre, el reconocido torero Pepe Cáceres murió cuando él tenía solamente 2 años, a causa de la cornada de un toro. Desde ese momento todo en su vida cambió y creció sin entender muchas cosas de su vida y de su padre.

Ha sido mi talón de aquiles pero también ha sido mi motor… Mi madre hizo lo que pudo, pero un padre es muy importante…En la adolescencia en esa etapa de rebeldía que uno tiene, pues, el no tener con quien hablar y poderle comentar lo que me estaba pasando por dentro, era muy doloroso y frustrante”.

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Cuando su padre vivía, la familia estaba acostumbrada a vivir con todas las comodidades, pero con la muerte de Pepe, los ingresos disminuyeron considerablemente.

Las cosas empeoraron con el tiempo para su familia y además de la falta de dinero, la guerrilla comenzó a extorsionarlos.

La finca de ganadería de mi papá quedaba por Cajamarca y en un momento fue una zona bastante asediada por la guerrilla… Para que mi mamá vendiera esas tierras tuvo que lidiar en un momento con el comandante de la zona y hablar con él”.

El sueño de Sebastián siempre fue convertirse en actor. Su madre estuvo ahí para apoyarlo y, a pesar de la falta de recursos económicos, encontró la manera y lo ayudó a emprender sus estudios en Los Ángeles, California.

Ese dinero salió de algunas cosas que dejó mi padre. Un cuadro que le regalo Picasso y que se lo dedicó a él, que en algún momento hubo que vender. Con esa plata pude ir a estudiar a Estados Unidos… Era un cuadro con mucho valor sentimental”.

Debido a sus bajas calificaciones, Sebastián no pudo entrar a ninguna de las universidades a las que aplicó, así que decidió trasladarse a Boston donde trabajó parqueando vehículos y se dedicó a estudiar inglés. Más adelante ingresó a la academia Stella Adler, de donde se graduó como actor.

Regresó a Colombia muy ilusionado y soñaba con entrar de inmediato al mundo de la televisión. Ser hijo de Pepe Cáceres y tener un diploma no le facilitó nada las cosas.

Llegue un poco con ínfulas de que era el actor que venía de estudiar en Estados Unidos y creía que todo se me iba a dar muy rápido y me estrellé bastante fuerte”.

Empezó poco a poco trabajando en cosas que no le gustaban mucho y refugió sus frustraciones en la rumba y los excesos.

Empecé a desconcentrarme, a salir mucho de fiesta, a rodearme de gente que no me aportaba muchas cosas… Muy vacío y muy superficial, empecé a tratar de llenar ciertos vacíos con fiesta, chicas… La noche tiene un lado muy complejo que lo desconcentra a uno mucho”.

A pesar de todos los obstáculos y de haber contemplado la posibilidad de retirarse de la actuación para dedicarse al toreo, Sebastián expresó que nunca se arrepentiría de haberse convertido en actor y habló de la serie ‘La niña’, con la que se ganó un gran reconocimiento en todo el país.

‘La niña’ ha sido una de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida porque me permitió mostrar lo que yo tengo para dar como actor. Antes de eso había sido muy complejo, haciendo papeles de reparto, muchos cortos, entonces estaba mirado para dónde coger y ‘La niña’ llegó en el mejor momento”.