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El Planetario de Bogotá se convertirá en el epicentro de una velada cultural única el viernes 26 de septiembre de 2025 a las 7:00 p.m., gracias a la presentación de SEA MAÍZ. Esta propuesta, promovida por el Instituto Distrital de las Artes (Idartes), excede los límites del concierto tradicional al fusionar música, artes visuales y memoria ancestral en un acto de resistencia y revalorización del maíz y otras plantas sagradas, a partir de una mirada tanto poética como política.
En SEA MAÍZ convergen dos figuras que han hecho del arte un mecanismo de memoria y de lucha cultural: La Muchacha (Laura Isabel Ramírez), reconocida en Colombia por sus composiciones de canto protesta que abordan la cruda realidad social, y Guache (Óscar González), muralista y artista visual que cruza la frontera entre el arte urbano y los símbolos ancestrales. La Muchacha, originaria de Manizales, es célebre por sus letras sinceras y directas, mientras que el trabajo de Guache, con más de 15 años de carrera, ha trascendido continentes y utiliza técnicas como el mapping para crear experiencias artísticas envolventes, según información recopilada en revistas especializadas y medios como El Espectador (2023).
Bajo la cúpula del Planetario, este encuentro se presenta como un auténtico ritual de sanación colectiva, donde el maíz —símbolo central en las cosmovisiones indígenas de América— se convierte en llamado a la memoria y a la energía femenina. En muchas culturas originarias, el maíz es considerado un ser vivo y fuente fundamental de vida, por eso su presencia en este acto es una forma de resistencia frente a la homogeneización cultural y un recordatorio de las raíces originarias del continente.
Desde lo musical, La Muchacha ha trazado un camino sólido y coherente desde su primer álbum Polen (2018) hasta Más canciones crudas (2021). Su propuesta se ha expandido del ámbito nacional al internacional, erigiéndose como voz de quienes convierten el dolor social y la indignación en una búsqueda de dignidad y memoria histórica, abarcando temáticas como el conflicto armado, la igualdad y la resistencia cultural, información confirmada por Semana (2024).




Por otro lado, Guache representa a una generación de artistas urbanos que renuevan el muralismo clásico mediante técnicas contemporáneas y mensajes socialmente implicados. Su fusión del grafiti con la iconografía ancestral establece diálogos entre lo antiguo y lo moderno, y así como SEA MAÍZ, defiende el arte comunitario y su vínculo con el espacio público, según la Revista Arte Urbano (2023).
Esta conjunción interdisciplinaria contribuye a una experiencia artística ligada a la historia cultural de Colombia y América Latina. El proyecto conjuga protesta visual y sonora en un ambiente de esperanza, alineándose con tendencias que apuestan por rescatar narrativas ancestrales y potenciar la identidad frente a situaciones de exclusión y violencia estructural, de acuerdo a fuentes como la Universidad Nacional (2024).
Con entradas ya disponibles a través de Tuboleta, la experiencia invita al público bogotano a participar de un arte crítico y contextualizado que impulsa la memoria colectiva y celebra la identidad. Esta función se integra a la Agenda Cultural de Bogotá, que promueve la cultura como un derecho ciudadano y crea oportunidades de entretenimiento en la capital, confirmando la información proporcionada por Idartes (2025).
¿Cómo influyen el arte visual y el mapping en la experiencia del público?
En el contexto de SEA MAÍZ, la integración de elementos de arte visual, especialmente el uso de mapping (proyección de imágenes y animaciones sobre superficies físicas), transforma la función en una experiencia inmersiva. A través del mapping, los asistentes no solo observan una presentación, sino que se ven rodeados por imágenes y símbolos ancestrales que dialogan con la música y la temática del maíz. Esto permite que la audiencia se involucre de manera más profunda, sensibilizándose ante las memorias y luchas culturales que la propuesta busca resaltar.
Dicha fusión entre lo visual y lo sonoro refuerza los mensajes de resistencia y sanación colectiva. Los artistas logran así un impacto emocional y sensorial más fuerte, estimulando la reflexión sobre la importancia de las raíces culturales y la relevancia de revalorizar los símbolos propios en tiempos de homogenización global.
¿Por qué es importante proteger y revalorizar el maíz desde la perspectiva cultural?
La relevancia del maíz en SEA MAÍZ va más allá de su condición de alimento básico; el maíz representa un eje vital en las cosmovisiones indígenas americanas y simboliza la conexión entre la tierra, la memoria ancestral y la identidad colectiva. Su revalorización cultural se presenta como una respuesta a los procesos de homogeneización y pérdida de tradiciones originales, fortaleciendo el sentido de pertenencia y la dignidad de los pueblos originarios.
Protegiendo y celebrando el maíz como símbolo sagrado y fuente de vida, las iniciativas artísticas como esta refuerzan la importancia del respeto y reconocimiento hacia la diversidad cultural. De este modo, se contribuye a la resistencia frente a las amenazas de invisibilización de las raíces ancestrales y se promueve una memoria colectiva más incluyente y consciente de su propio pasado.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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