La reina Isabel II es la primera en promover dichas normas, ya que en el pasado pasó por un mal momento al obviarlas. En la actualidad, la monarca siempre debe vestir de colores llamativos cuando sale de su castillo para garantizar que el público la vea. Además, siempre debe llevar guantes.

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Las mujeres que forman parte de esa familia no pueden tener las uñas largar y, preferiblemente, deben evitar usar esmalte.

Y en general, todos tienen prohibido usar atuendos de color negro en su día a día.

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El motivo por el que la familia real británica viaja con un atuendo negro en la maleta

Si bien los integrantes de la familia real británica no pueden usar el negro en su vestuario, sí están obligados a llevar una pinta de este color cuando viajan dentro o fuera de Reino Unido.

Esto se debe a una simple razón: si ellos están de vacaciones o cumpliendo compromisos fuera de Londres y alguien de la monarquía fallece, deben regresar vestidos de luto para dirigirse al funeral de inmediato.

Este regla existe desde hace cientos de años, pero, una vez, la propia reina Isabel II la pasó por alto. En 1952, cuando aún era una princesa, se encontraba de gira junto a su esposo por Australia, Nueva Zelanda y Kenia.

Estando en ese último destino, el príncipe Felipe le informó que el rey Jorge VI había fallecido. Isabel y su esposo volaron a Inglaterra, y durante el viaje la hija del rey se percató no tenía una prenda negra en sus maletas.

Apenas el avión aterrizó en Londres, algunos sirvientes de la ahora monarca, que esperaban su llegada en el aeropuerto, subieron a la aeronave para entregarle varios vestidos de ese color.

Los medios de comunicación presentes en el lugar debieron esperar varios minutos para ver a la nueva reina en medio del dolor de la pérdida de su padre.

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