“Cuando era niña estuve rodeada de animales, pero cuando llegó Coffe a mi vida realmente sentí que era mi responsabilidad, despertó en mi un amor que nunca había sentido, de echo lo veo como un hijo”, cuenta la cantante.

Según ella, ha sido un cambio de mentalidad pues antes le parecía “muy loco y ridículo ver a las personas con sus perros en cochecitos, con una cantidad de cosas que parecían bebés”, pero “cuando llegó Coffe a mi vida entendí porque los dueños de mascotas nos portamos así”.

Y es que su trabajo parecía ser un obstáculo, pero finalmente se animó y contó con la ayuda de su madre para cuidar de él, aunque también tiene varios padrinos: “Se convirtió en una abuela obligada, además de muchas personas que están alrededor de él, lo quieren muchísimo ya que es muy juicioso, se la pasa de casa en casa“.

“Sé que es una responsabilidad más la que le puse a mi mamá, pero a pesar de estar totalmente reacia al principio, ahora es la abuela más feliz y consentidora”, agrega.

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Para elegirlo, Paola Jara dice que buscó una raza pequeña: “Al visitar donde tenían estos animalitos diminutos, me enamoré y me llevé a Coffe ese mismo día”.

“Estoy convencida que los perros llegan a la vida de uno con un propósito y Coffe ha despertado en mí sentimientos que no había sentido nunca, imagino que debe ser algo muy cercano a tener un hijo, despertó mi instinto maternal“, confiesa.

“Tener Coffe ha sido la decisión más linda que he tomado, es una bendición, me recarga de energía y es mi gran compañía”, cuenta.

Curiosamente, Jara compara a su mascota con su música: “La música para mi es fundamental a la hora de tener un desamor, pero cuando tienes una mascota, realmente de es de gran apoyo y compañía, te dan paz y tranquilidad”.

“Solamente con el saludo que me da cada vez que llego me saca todo el cansancio y mala energía que puedo traer de afuera. Les invito a tener una mascota y… ¡salud por ellas!”, concluye.