‘Masterchef Celebrity’ sigue avanzando y en busca del segundo eliminado de la competencia van aumentando los obstáculos y dificultades de las pruebas. Y en el episodio que se emitió el miércoles 7 de junio hubo una prueba en la que los pusieron a cocinar con elementos que afectaran los sentidos; algunos tuvieron un expansor bucal, otros recibieron la nariz de payaso y también hubo guantes grandes para un par de grupos.

El encargado de asignar estos extraños elementos fue Karoll Márquez, que por una jugada inesperada le dieron el primer delantal negro de la semana y está en riesgo de quedar por fuera. El mismo cantante y actor, se encargó de repartir los competidores y en uno de los tríos juntó a Martha Isabel Bolaños, al sacerdote Walter Zapata y a la cubana Daniela Tapia.

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Justamente, esta última fue la que propuso la receta para que su equipo preparara y así buscara salvarse de la eliminación. Sin embargo, la idea no fue la mejor, la ejecución tampoco fue óptima y ella terminó llorando por las críticas de los chefs Nicolás de Zubiría, Christopher Carpentier y Jorge Rausch.

A participante de ‘Masterchef Celebrity’ le destrozaron su receta familiar

Fue un reto libre, así que podían preparar cualquier cosa, sin restricciones de ingredientes o forma de cocinar. Así que Daniela Tapia propuso un plato familiar y que le recordaba a su abuela“Aquí es para salvarse y yo, automáticamente, pienso en un pollo que siempre ha hecho mi abuela y que todos los nietos le pedimos. Es un pollo con salsa china, ‘Marthi’ estuvo de acuerdo y el padre, también”.

Pero durante la ejecución y preparación empezaron los problemas, así empezó a relatarlos la misma cubana ante las cámaras del programa: “El pollo debe quedar negro, yo le echaba soya y soya y soya. Seguía blanco y blanco y blanco. Decía: ‘Esta soya no colorea’, aportó sal, pero no color”. Y cuando llegó el chef Carpentier a asesorarlos, siguió cambiando la esencia de la receta: “A mí me gusta más esta papa, que el arroz. Esto está más ‘cool’, tiene más onda que el arroz. Si quieren le pueden poner brócoli, lo cortan en arbolitos pequeños”.

En ese punto, un pollo con salsa oscura, que debía estar acompañado de un arroz blanco con sabor suave, terminó siendo un pollo con salsa transparente, papas y brócoli. Y Daniela no ocultó la molestia que empezaba a sentir, ya que la receta de su abuela ya no era la esencia del plato: “A mí me entró una frustración, porque era cambiar un arroz con salsa por un brócoli. No me cabe en la cabeza, pero es el chef y sabe más que uno”.

Al llevar el plato al atril, para que los jurados lo probaran y clasificaran, aumentó la tensión del grupo de Martha, el padre Walter y, sobre todo, de Daniela. El mismo Christopher Carpentier dijo: “Pregunta número 1: ¿Dónde está?… ¡La salsa!”, y respondió Daniela Tapia: “Señor, yo le eché cantidades de salsa y se secó”. La crítica del chef chileno fue dura: “La salsa era lo que llevaba este plato”, a pesar de que ella quiso defender el resultado del trabajo de su grupo: “Quedó delicioso”.

Pero el mismo chef, que los había asesorado en el proceso, apuntó y llevó a que asomaran las primeras lágrimas en los ojos de la actriz cubana: “Segundo: ¿Por qué no un cacharrito con la salsa al lado, con más salsa? Dejaron una olla de salsa, un litro de salsa, me da mucha rabia”.

Hubo una excusa de Daniela Tapia, que intentó salvar su idea:

“Déjeme decirle algo, a mí también me da rabia, dolor y todo. Cuando quité la idea del arroz dije: ‘Voy a ‘enchumpar’ brócoli y papa de salsa’. Y, le juro, cogí con el cucharón y le eché salsita arriba y se ve mojadito. Pero tiene razón”.

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Y por fuera del set, ante las cámaras de la producción de ‘Masterchef Celebrity’, confesó: “Es una frustración, porque al fin hago algo bien y no lo presento bien”.

Por si faltara algo, el chef Jorge Rausch fue corto y duro al hablar:

“¿Qué tipo de mente hay que tener para poner en un plato 3 patas de pollo?… Está rico el brócoli, a las papitas les falta sal y no entiendo las patas, no las entiendo por ningún lado”.

Mientras esto pasaba, Daniela Tapia lloraba y la presentadora Claudia Bahamón intentaba consolarla en voz baja y comprensiva: “No llores”. Mientras tanto, ella seguía intentando defender la receta de su abuela: “Es que quedó rico, si no, hubiera quedado mal”.

Y faltaba la calificación de Nicolás de Zubiría que, sin ser tan vehemente en sus críticas, también condenó el plato: “A mi manera de verlo, falta sazón y todo se queda planito. Está a punto de romper y se queda plano. Tómense confianza, sazonen”. Ya la receta estaba destrozada por los cambios de ingredientes y los jueces estaban inconformes.

Parecía que era inevitable la llegada del delantal negro y el riesgo de eliminación para este trío. Pero el grupo de Diego Sáenz, Laura Barjum y Mario Ruiz tuvo peores calificaciones y por eso se salvó el plato de Daniela Tapia, que al final apoyó su rostro sobre sus manos y recibió el abrazo del padre Walter y Martha Isabel.

Y para terminar de describir todo lo que pasó con la cubana, al final de la competencia, el religioso confesó que en el momento de la calificación fue más que difícil: “Me dio un dolor, no solo por mí, sino por ella, porque empezó a llorar”.