Kim Kardashian, sin duda alguna, es una de las empresarias más polémicas de toda la farándula y es que desde un inicio su vida ha sido todo un caos, pues recordemos que el reconocimiento que ganó en la industria se dio después de que se filtrara un video con su expareja y tiempo después su polémica relación con el rapero Kanye West, con quien tuvo a sus cuatro hijos.

Sin embargo, parece que la ‘socialité’ ha sabido manejar las situaciones que se le atraviesan en su vida, aunque para nadie es un secreto que ha sido un duro proceso, pues, aunque intente rehacer su vida, como lo intentó con Pete Davidson, siempre habrá algo que le recuerde a su pasado o que, por razones desconocidas le impidan ser una persona feliz en el amor. 

Y es que una de las grandes críticas y polémicas que vivió recientemente fue cuando supieron que había deteriorado el vestido original de Marilyn Monroe, todo por no querer recrearlo, sino terminar usar el original, el cual le quedaba bastante ajustado para su cuerpo.

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Lo cierto es que la empresaria entró en una crisis alimenticia por querer usarlo, por lo que empezó una estricta dieta para reducir los kilos que le impedían usarlo.

Sin embargo, fue durante el último capítulo del reality familiar ‘The Kardashians’, donde reveló que entró en pánico y vivió uno de los momentos más angustiantes de su vida por culpa de su físico, y principalmente de su peso.

Sucedió cuando faltando solo un par de días para la MET GALA del 2022, ella notó que había ganado dos kilos, lo que en ese momento significaba no poder usar aquel outfit que ya tenía preparado, pues la creadora de ‘Skin’, reveló que en ese momento alcanzó a tener un peso de 55 kilos, cuando estaba en 53, lo que le provocó realizar cosas extremas para reducir de peso y de medidas.

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Entonces había llegado a los 53 kilos y luego subí a 55 nuevamente, lo que me estaba volviendo loca”, comentaba Kardashian cuando se encontraba con su entrenador personal en medio de una de sus sesiones deportivas. Viendo la situación y el poco tiempo que tenía para recuperar su cuerpo decidió tomar medidas extremas y usar un peculiar traje para intensificar la reducción de medidas.

“Compré este traje de sauna y me lo puse y te hace sudar. Todo esto: perder peso, teñirse el cabello durante 30 horas, salir del hotel en bata, llegar allí, cambiarse en la alfombra roja, simplemente caminar hacia la alfombra y luego cambiarse nuevamente a una réplica del vestido porque no puedo arriesgarme a sentarme con él y cenar, es todo por unos 10 minutos de mi vida”, expresaba la expareja de Kanye West al darse cuenta de toda la locura que cometió.

En medio de sus revelaciones también confesó los nervios que sintió justo antes de salir a la alfombra por no saber cómo podía reaccionar el público. “Estoy un poco nerviosa de que algunas personas lo odien y digan: ‘Cómo se atreve a pensar que puede meterse en un vestido de la casa de Marilyn y lo entiendo’”, comentó en aquel momento.