“Aquí estamos de nuevo, después de otra terrible, inexplicable, impactante y dolorosa tragedia”. Con esa frase inició Kimmel, y luego continuó:
“Oramos por las víctimas, por sus familias y amigos, y nos preguntamos por qué. De hecho, es probable que no haya una forma de saber por qué un ser humano le haría algo así a otro ser humano cuando está en un concierto pasándola bien, escuchando música”.
Fue en ese momento que su voz se entrecortó y sus ojos se aguaron. Justo en ese instante, bastante conmovido por las víctimas, se refirió a todas ellas.
“Ahora tenemos hijos sin padres y padres sin hijos, madres sin hijas. Perdimos dos agentes de policía, perdimos a una enfermera de Tennessee, una profesora de educación especial de una escuela local aquí en Manhattan Beach”.
Agregó que ahora esas familias deben vivir con un “dolor para siempre porque una persona con una voz violenta y loca en su cabeza logró reunir una colección de rifles de alta potencia. Y los usó para dispararle a la gente”.
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Kimmel no solo se refirió a las personas que perdieron la vida en ese tiroteo, cuyo autor fue un jubilado estadounidense de 64 años, sino que expresó su desacuerdo frente a la legislación que permite la posesión de armas.
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Señaló que se toman “todas las precauciones posibles” para evitar que peligros del exterior afecten a Estados Unidos, pero la situación es distinta cuando un ciudadano de ese país realiza un acto como el que acaba de ocurrir. Esto, según él, es culpa de los políticos que no quieren cambiar la ley.
“Cuando un estadounidense compra un arma y mata a otros estadounidenses, entonces no hay nada que podamos hacer al respecto. Por la Segunda Enmienda, porque nuestros antepasados querían que tuviéramos una AK47s. Ese es el argumento”.
El presentador también hizo referencia a la declaración de Sarah Sanders, la secretaria de prensa de la Casa Blanca. Ella manifestó que no era el momento para un debate político sobre la legislación y esta fue la respuesta de Kimmel:
“Bien, gracias Sarah, pero tenemos 58 personas inocentes muertas. Y no era su tiempo tampoco. Así que, sí, ahora es el momento para el debate político”.
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