Sin embargo, tal parece que no era así. O al menos en sus últimos años. En 2010, cuando Hefner contaba 84 años, le preguntaron qué tan frecuente era su uso del viagra, la pastilla ‘mágica’ para potenciar el desempeño sexual. Hefner le dijo a The New York Times:

“Hago el amor un par de veces por semana, y tomo Viagra cuando voy a estar haciéndolo. Diría que a los 84 ayuda. Es la pequeña ayuda de Dios”.

Pero todo indica que tal ayuda no era suficiente. Kendra Wilkinson, una de las conejitas más famosas que ha pasado por la ostentosa mansión de Playboy, describió así su primera vez con ‘Hef’:

“Una de las chicas me preguntó si quería ir arriba a la habitación de ‘Hef’… parecía que las demás chicas iban a ir, y si yo no lo hacía podría ser raro. Una por una, saltaron sobre ‘Hef’ y tuvieron sexo con él… por cerca de un minuto. Estudié cada uno de sus movimientos. Entonces fue mi turno… fue muy raro. No estaba pensando qué tan mayor era ‘Hef’. Todas las partes del cuerpo trabajaban igual. Yo quería estar allí”.

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Por su parte, Jill Ann Spaulding describió cómo fue una orgía con Hefner cuando el dueño de Playboy estaba en sus primeros 80, y asegura que sus erecciones eran falsas. Claro, las producía más el viagra que su capacidad, cita The Huffington Post. Además, dice:

“Cada una de las chicas se montaba en él por dos minutos mientras las demás atrás trataban de mantenerlo excitado. Ellas le gritaban cosas como ‘tíratela, papi'”.

Por otro lado, las gemelas Carla y Melissa Howe dijeron que muchas veces, Hefner prefería un partido de tenis que estar en la cama. Además, afirmaron que la mansión, considerada como el paraíso del placer por muchas décadas, es una “prisión” en la que hay una estricta vigilancia y a donde no pueden asistir visitantes hombres. En caso de incumplir las reglas, las mujeres son expulsadas, agrega Mirror. Según las exconejitas, “una vez que estás fuera, estás afuera, no puedes regresar”.