En el año 2008, la artista fue diagnosticada con un síndrome autoinmune que le afectó el hígado y que la obligó a alejarse de los escenarios. 

De acuerdo con Jaime Alberto García, médico que atendió a Vargas, la única manera para salvarla era una trasplante. 

Según el programa, en esa época era muy difícil conseguir un donante y por más de 2 años estuvo enferma esperando dicho órgano.  

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En su cumpleaños 75, la cantante no quería cosas materiales sino un hígado para salvar su vida. Sorprendentemente, al otro día la llamaron del hospital y le informaron que había uno. 

A los 10 horas de haber cumplido, Helenita la operaron y le implantaron el órgano que tanto necesitaba. 

Sin embargo, el trasplante no mejoró del todo su salud y a los 2 años le dio una infección respiratoria que desencadenó su muerte el 7 de febrero de 2011.