El salto de este guajiro al mundo de las cámaras se dio gracias a su entrada a la cárcel donde decidió dejar de delinquir y convertirse en actor después de obsesionarse con las realizaciones audiovisuales donde participaba el legendario Bruce Lee, contó el programa Los Informantes.

Aprendió sobre el crimen en su propia casa. Por las difíciles condiciones económicas en su hogar, su madre lo envió a vivir con una prima suya y su esposo, alias el ‘Pocholo Gómez’, un reconocido narcotraficante de la Costa

Ariza se contagió de las malas mañas y se convirtió en secuestrador, extorsionista, sicario, ladrón y traficante de estupefacientes con destino a Panamá y Aruba. Con ese prontuario criminal, la Policía lo terminó capturando y ese día, cuando pensó que lo iban a matar, habló con Dios y le dijo: “Si me dejas vivo, así sea en la cárcel, yo te sirvo”.

Lee También

Después de una condena de 20 años y pasar por cinco centros penitenciarios, fue justamente tras las rejas que le cambió la vida porque no solo encontró a su actual esposa con la que lleva 29 años de matrimonio, sino también su vocación como actor.

En sus tardes de televisión en los sitios donde estaba recluido, veía las acciones de riesgo y estaba convencido que él podía hacer eso mejor que ellos.

“Si usted me pone así una persona con una cámara para que yo la mate, yo se la mato enseguida porque yo lo hice en la vida real”, dijo en los Informantes.

Gueber Ariza quería que la gente lo conociera como el ‘Bruce Lee guajiro’ y dejó de ver películas porque declaraba que: “El día que yo salga, voy a estar dentro y se reían de mí”, pero efectivamente se convirtió en doble.

Su cara y su papel actoral, aprendido a punta de ganas, se han visto en producciones como Tiro de Gracia, La Niña, Tarde lo conocí, Narcos y El Chapo. Próximamente, va a hacer parte de series de Netflix  como Distrito Salvaje 2 y la siguiente temporada de Siempre Bruja. 

Cuando la actuación se lo permite trabaja con la Alcaldía y trata de convencer a convictos para que no reincidan, ya algunos le dicen ‘El Padrino’,  pero el bueno. Se siente orgulloso de dar testimonio y ser el único actor acróbata en Colombia mayor de 50 años, afirma que comenzó a una edad en la que todo el mundo suele ya estar retirándose.