“A Colombia hay que quererla con sus más y con sus menos”, dice Montes en entrevista con Pulzo, en referencia a que a pesar de que él lleva 26 años viviendo en España, siempre guarda a su patria en el corazón y quiere retribuirle el hecho de haberlo visto nacer, vivir en sus años de juventud y formarse como cantante profesional.

Montes dice que su relación con el país sigue siendo muy cercana, pues su madre y su hermano (también cantante) es constante y lo motiva a venir por lo menos una vez al año: “El cariño por Colombia es perenne, es eterno”, señala.

Para el artista, la forma de retribuir –más allá de recibir el aplauso, la palmada en el hombro, las flores y el dinero por cantar– es desarrollar una labor diferente, como aprovechar el talento para el canto lírico y la actuación de muchos jóvenes en Colombia.

Para llevar a cabo su proyecto, Montes aclara que este tipo de iniciativas dependen en gran medida de la voluntad de los políticos: “En solitario, emprender proyectos sin que esté la cuestión política es muy complicado”, dice.

El proyecto del barítono colombiano –quien en sus años de adolescencia llegó a cantar en los buses públicos en Bogotá y, más adelante, en un restaurante con meseros cantores en Madrid, España– consiste en buscar que la ópera en Colombia sea pública, subsidiada por el Estado para que más personas tengan acceso gratuito a ella.

“Se trata de que el Estado sea partícipe y tenga las riendas de una ópera nacional”, explica Montes, quien añade que la idea es acercar la ópera a la gente que tal vez la considera aburrida o que no la toca en sus fibras, si se tiene en cuenta que hace casi medio milenio esta forma de arte surgió en Europa como algo elitista y aristocrático que no tenía nada que ver con la gente de a pie.

La ópera no solo es arte, también genera empleo

Montes señala que adicional a ser una forma de arte que podría gustar a las masas, la ópera es una actividad que genera muchos empleos directos e indirectos.

El barítono destaca que la ópera de Madrid, por ejemplo, genera unos 1.500 empleos directos y más del doble de eso en empleos indirectos.

“Ahí interviene muchísima gente, desde creativos en el ámbito escénico, lumínico, de dirección, actoral, musical, pianistas, hasta los acomodadores en el teatro y la señora de los tintos”, dice Gonzalo Montes.

En el proceso de llevar esta idea a la práctica están involucradas siete personas, junto con Montes, para que la ópera en Colombia sea un bien público.

Esta iniciativa pretende además crear un coro nacional, que no lo hay, según el cantante y actor bogotano, lo que significaría que desde jóvenes, los artistas puedan devengar un sueldo y vivir de su pasión.

Montes enfatiza en que la ópera es un reflejo de la realidad y para los espectadores se convierte en otra forma de ver la vida; sin embargo, lamenta que con frecuencia es difícil hacerles entender de su importancia a los políticos y las personas que intervienen para que proyectos como este se hagan realidad.

“Hay que venderles la idea de la ópera como si uno estuviera vendiendo acciones en la bolsa, y ese mensaje se refuerza con que la ópera contribuye a una transformación en el ámbito económico; entonces, es una lucha”, apunta.

La siguiente es una muestra del talento de este barítono colombiano, que hizo una composición de su voz en 100 diferentes tonos para formar un bello coro al interpretar la pieza Bella Ciao:

Este es un trabajo similar, pero le agrega voces que imitan instrumentos musicales para interpretar ‘La tierra del olvido’, de Carlos Vives:

Esta es la entrevista completa del cantante y actor Gonzalo Montes con Pulzo: