“Empecé a tener dificultades laborales, de todo, me sentía enfermo, aislado, no me salía trabajo, no me salía nada”, contó en el programa ‘La red’, del canal Caracol.

El actor asegura que sufría de dolor de huesos, dolor de cabeza, tenía problemas para dormir, presentaba episodios de calor y, además, se convirtió en una persona irritable con su familia, amistades y hasta con el amor.

“Por donde yo tocara puertas todo se cerraba. Estaba a punto de salirme algo e inmediatamente se caía el negocio, la llamada de trabajo, se aplazaba todo, y duré muchos años en ese proceso”.

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Pero una noche lluviosa, fue contactado por un desconocido que le dijo que una persona cercana le había hecho brujería y que quería ayudarlo a destruir el encantamiento.

Luis planeó una cita con el extraño en un cementerio, pues este le dijo que como parte de la brujería, lo habían “enterrado vivo”. En el cementerio ambos caminaron hasta un lugar donde esta persona sentía que pasaba algo extraño:

“Sacó una pequeña pala y empezó a excavar hasta que encontró el entierro. Eran dos muñecos que estaban con las piernas partidas y tenían unos puntos precisos, como medio vudú, de unos alfileres, y en el medio de los dos muñecos había un chicote de tabaco”.

Según el extraño, los puntos marcados eran para separar a Luis de las personas y del amor, y las piernas partidas, para que no pudiera avanzar en su carrera ni en su vida personal.

Luis relata que no fue capaz de tocar ninguno de los objetos y que quemaron todo para acabar con la brujería.

“Empecé a ver la evolución de las cosas. Los proyectos empezaron a evolucionar, tanto en televisión como en mis proyectos de teatro, mis proyectos académicos y toda la cosa”.