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Escrito por:  Ricardo Baracaldo
Redactor     Ago 27, 2025 - 8:31 am

Negociar el salario durante un proceso de selección puede ser un momento decisivo para cualquier candidato. Cuando la oferta salarial de una empresa no cumple con las expectativas planteadas, es crucial saber cómo responder de manera estratégica, mostrando interés en la oportunidad sin comprometer el propio valor profesional.

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Vivian Montoya Ruiz, ‘coach’ laboral especializada en procesos de selección, compartió un consejo al respecto y explicó cómo manejar esta situación con inteligencia y profesionalismo.

Durante una entrevista, es común que el reclutador pregunte por las expectativas salariales del candidato. Este es un momento crítico, ya que la respuesta puede definir el rumbo de la negociación.

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Según Montoya, si un candidato indica, por ejemplo, que su expectativa salarial es de 3.000 dólares, pero la empresa responde con una oferta de 1.500 o 2.000 dólares, es fundamental mantener una postura profesional y abierta.

Montoya sugirió que, en las primeras fases del proceso, la respuesta debe centrarse en el interés por el desarrollo profesional y las oportunidades que ofrece la empresa. Una posible respuesta sería:

“Mira, me parece que ustedes tienen una gran organización, estoy apuntándole más a mi desarrollo profesional, a mi aprendizaje, a adquirir más experiencia, razón por la cual puedo evaluar una propuesta salarial diferente”, aseguró la experta.

Acá, la recomendación de la profesional:

@vivianmontoyaruiz #trabajo #empleo #empresa #oficina #entrevista ♬ Tension – Shinjey Kurama

Esta respuesta muestra que el candidato valora el crecimiento y está dispuesto a considerar una oferta menor, siempre y cuando haya otras ventajas, como aprendizaje o proyección dentro de la compañía. Es una manera de mantener la negociación abierta sin comprometerse de inmediato a aceptar un salario más bajo.

Si el proceso avanza y en una entrevista posterior el reclutador pregunta directamente por qué el candidato está dispuesto a aceptar un salario menor, Montoya recomendó agradecer la pregunta y reforzar el discurso inicial.

“Te agradezco primero la pregunta que me haces. Me parece muy importante y yo le estoy apostando ahora a… crecimiento, adquisición de conocimiento, certificaciones…”, agregó en su ‘tip’ la ‘coach’.

Montoya enfatizó que aceptar una oferta menor no significa renunciar a sus expectativas a largo plazo. Una estrategia efectiva es plantear la posibilidad de que la empresa reevalúe la oferta inicial:

“‘El dinero es importante porque me he preparado, he estudiado y tengo experiencia, pero estoy dispuesto a evaluar esta cifra. ¿A qué me refiero con evaluar? Si ustedes después de este ejercicio de entrevistarme, analizan que pueden mejorar esa propuesta inicial, les agradecería que lo hicieran’”, sería otra respuesta que recomendó la experta.

Esta contestación pone la pelota del lado de la empresa, incentivándola a reconsiderar la oferta si realmente valora el perfil del candidato. Según Montoya, esto demuestra que el candidato es flexible, pero también consciente de su valor.

¿Qué pasa cuando la empresa no mejora la oferta?

En algunos casos, la empresa puede mantener su oferta inicial sin posibilidad de mejora inmediata. Si el reclutador dice: “Lo siento, la oferta es de 1.500. ¿Aun así te interesa?”, Montoya sugirió una respuesta que mantenga la puerta abierta para futuras revisiones.

“Me parece interesante. Ahora bien, les propongo que empecemos a trabajar y en 6 meses volvemos a hacer una revisión de este tema salarial porque estoy seguro de que los resultados y logros que voy a alcanzar para el negocio les van a dar elementos para hacer un ajuste salarial”, mencionó la ‘coach’.

Esta propuesta no solo muestra compromiso, sino que también establece una expectativa clara de revisión futura basada en resultados concretos. Es una forma de negociar sin confrontación, manteniendo una postura profesional.

Finalmente, Montoya subrayó que aceptar un salario menor no significa conformarse indefinidamente.

“Eso no significa que eso que aceptaste se va a quedar ahí por siempre. Tú puedes entrar a esa compañía y sabiendo cómo se juega el juego, si ves que el salario está bajito, empiezas a buscar o sigues buscando, por otro lado”, concluyó.

Este enfoque pragmático permite al candidato aprovechar la oportunidad para ganar experiencia mientras sigue explorando otras opciones que se alineen mejor con sus expectativas salariales.

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