La agenda del expresidente César Gaviria parece estar bastante apretada por estos días. La semana pasada el director del Partido Liberal se reunió con varias personalidades de la política, como David Barguil, Dilian Francisca Toro y algunos emisarios de Gustavo Petro, entre los que habría estado Daniel Quintero, alcalde de Medellín. Además, habló por teléfono con Federico Gutiérrez y tiene un café pendiente con Germán Vargas Lleras.

La razón es una sola. Tras los resultados de las elecciones legislativas, Gaviria y su partido se cotizaron al alza por las 47 curules que lograron en el Congreso (15 en Senado y 32 en Cámara). Se trata de un escenario en el que los liberales tienen mucho peso para una eventual coalición de gobierno y, además, una buena parte de los votos que necesita el candidato que quiera llegar a la Presidencia el próximo 7 de agosto.

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Gaviria tiene el capital político para negociar una alianza que lo beneficie con cualquiera de los candidatos en las elecciones presidenciales; sin embargo, sus opciones se reducen a Federico Gutiérrez y Gustavo Petro, los grandes ganadores de las consultas presidenciales. Cabe recordar que Petro ya había abonado terreno con el expresidente, con quien se reunió el pasado 28 de febrero.

No obstante, aún no es claro cuál será el rumbo que tomarán los liberales en las presidenciales. Todo apunta a que César Gaviria está inclinado a irse con el Pacto Histórico de Petro, pero esa es una decisión que no puede tomar en solitario. Una ficha clave en todo este juego es el hijo del expresidente, Simón Gaviria, quien se mueve discretamente y tantea los ánimos de la bancada.

César Gaviria y su hijo Simón Gaviria

Aunque se rumora que los congresistas más cercanos a Simón son los que apoyan al gobierno de Iván Duque y, por ende, se sienten más identificados con Gutiérrez, voces cercanas al liberalismo le dijeron a este medio que él también estaría jugado por Petro, pues siente que su figura política tiene más espacio en el progresismo que en la derecha.

Así las cosas, la tarea de los Gaviria sería convencer a su partido de entregarle las banderas rojas a Petro, algo que no parece tan fácil. Varios congresistas liberales se han mostrado en total desacuerdo y amenazan con la desobediencia. Otros señalan que se necesita una convención nacional para tomar esa decisión y que, si no hay un acuerdo de mayorías, lo mejor es dejar a todos en libertad.

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Los alfiles de César Gaviria que le dicen no a Petro

El senador barranquillero Mauricio Gómez Amín, quien acaba de ser reelegido con más de 86.000 votos, fue uno de los primeros en protestar por la posible alianza de los liberales con Petro. Gómez Amín asegura que le ha dicho en varias ocasiones a Gaviria que nunca votaría por el candidato del Pacto Histórico, pues tienen visiones de país diferentes.

Junto a Amín también estaría Lidio García Turbay, el senador liberal más votado en las pasadas elecciones, con más de 157.000 apoyos. García, quien aparentemente es muy cercano a Simón Gaviria, apoyó a David Barguil en las consultas presidenciales y ahora estaría con Federico Gutiérrez. Sin embargo, no le ha cerrado las puertas a Petro oficialmente.

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En la lista de congresistas liberales que tienen fuertes diferencias ideológicas con Petro y que son partidarios del gobierno Duque también estarían Mario Castaño, Karina Espinosa, Laura Fortich, Miguel Ángel Pinto y Alejandro Chacón. Este último hizo campaña por Álex Char y fue uno de los más críticos de las reuniones entre César Gaviria y Gustavo Petro.

En estas cuentas también entrarían algunos de los nuevos senadores del Partido Liberal. Por ejemplo, el pereirano Juan Pablo Gallo respalda plenamente a Gutiérrez y la exconcejala de Bogotá Sara Castellanos, hija del pastor cristiano César Castellanos, tiene marcadas diferencias con el progresismo que representa Petro.

El otro problema de Petro

Si bien es cierto que Petro ya tiene en su campaña varios liberales de renombre, la mayoría dejarán de ser congresistas el 20 de julio, por lo que no se sabe qué tanto peso tendrán en las futuras decisiones del partido. La lista la encabezan los senadores Luis Fernando Velasco y Guillermo García Realpe, quienes desde hace varios meses se desmarcaron de César Gaviria.

Otro caso es el del senador paisa Iván Darío Agudelo, amigo personal de Daniel Quintero. Agudelo no logró reelegirse en estas elecciones, pues sus 55.966 votos no fueron suficientes y lo dejaron detrás de Sara Castellanos, que obtuvo 63.186. Cabe resaltar que Quintero también perdió a otra de sus fichas en el Congreso, el representante León Freddy Muñoz, que intentó llegar al Senado y tras el escrutinio perdió la curul en la Alianza Verde.

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Otros congresistas que estarían con Petro pero que ya no forman parte activa del liberalismo son Julián Bedoya, Rodrigo Villalba, Andrés Cristo y Horacio José Serpa. Los últimos tres hacen parte del grupo que apoyó en las consultas a Alejandro Gaviria y que, ante el escenario Petro-Gutiérrez, prefieren apostar por el líder del Pacto Histórico.

Petro y los Calle del Partido Liberal en Córdoba

Por ahora, Petro cuenta con el apoyo fijo de liberales electos como Andrés Calle, quien revalidó la fuerza de su clan político en Córdoba y se reeligió como representante con 72.000 votos. En el Senado hay nombres como el de Juan Diego Echavarría, integrante del grupo de Julián Bedoya, quien también logró ubicar en la Cámara a María Eugenia Lopera.

Petro tiene la tarea de convencer a varios representantes a la Cámara del Partido Liberal que usualmente actúan bajo las órdenes de la bancada, pero que esta vez están dudando si seguir o no la línea de César Gaviria. No se descarta que el expresidente, ante tantas divisiones, prefiera esperar a que pase la primera vuelta presidencial para actuar.

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