Aunque las discusiones entre Rodríguez y su partido vienen de hace tiempo, las internas en el Centro Democrático no parecen ser solo con él.

Eso sí, su renuncia sí fue la primera. Este martes salió dejando frases como “la dignidad no se negocia”, diciéndose “maltratado por un comité de ética que me excluyó sin razón alguna de las encuestas del partido“, pero que ahora sí lo avalaba para ser senador.

“La falta de palabra por parte de las directivas del partido, el constante maltrato y el desdén por las tesis que nosotros mismos hemos construido, me obliga a replantear mi camino, dar un paso al costado y renunciar a un partido en el que no quiero ser incómodo. Presidente, no todo vale y no todo se puede permitir”, sentenció.

Así se manifestó el representante:

La renuncia de Amanda Rocío González al partido uribista

González, por su parte, también dejó duras acusaciones en su renuncia irrevocable, hablando de “sistemáticas actuaciones de mala fe” y “malos tratos”.

“Se me han cercenado mis derechos como mujer, como ciudadana y actual Senadora de la República, algunos de ellos de carácter fundamental, entre ellos el de la igualdad, participar democráticamente, ser elegida y también a que se surta el debido proceso en el otorgamiento de mi aval”, acusó.

Según ella, presentó los documentos para pedir el aval y luego se le pidió aclarar investigaciones en su contra, pero solo 24 horas antes del cierre de inscripciones la directora del partido, Nubia Stella Martinez, le notificó que no le otorgarían el aval para el Senado.

“Las actuaciones del Partido Centro Democrático atentan contra mi dignidad y mis derechos”, lamentó la parlamentaria, acusando a la colectividad de desconocer su condición de Congresista “de forma intempestiva, arbitraria y desconociendo los principios y postulados que dice defender, entre ellos la democracia”.

Esta fue la carta de la senadora:

Los votos que pierde el Centro Democrático

Suponiendo que ambos congresistas tienen asegurados los votos que obtuvieron en las pasadas elecciones del 2018, el partido de gobierno pierde a dos de sus cinco legisladores más votados.

De hecho Rodríguez es el congresista de ese partido que más votos obtuvo después de Álvaro Uribe, con 104.248. Ni siquiera senadores que gozan de más visibilidad como María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín o Ernesto Macías tuvieron tantos votos.

González, por su parte, fue la tercera senadora más votada del partido, solo detrás de Uribe y de Holguín, con 45.505 sufragios.

Juntos suman 149.753 votos, pero si a esta cantidad se le suman los 875.554 que consiguió Álvaro Uribe, quien esta vez no estará en el tarjetón, el Centro Democrático tiene en duda más de un millón de votos.