Según el último boletín del Dane, la tasa de desempleo en Villavicencio para el mes de septiembre se ubicó en 10,1 %. Esta cifra muestra que el desempleo disminuyó en la capital del Meta frente al mismo periodo del año anterior, en el que la tasa de desempleo se ubicó en 10, 6 %.

De acuerdo con Oscar Loaiza, docente de la universidad Piloto de Colombia, esta disminución es causada por el aumento de una economía informal en la capital del Meta.

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“La tasa de desempleó disminuyó en Villavicencio, pero aumentó la informalidad. Esto se evidencia en los empleos obtenidos por muchos ciudadanos, que lograron emplearse en micros y pequeñas empresas,  que se encuentran en la informalidad”, aseguró el docente universitario.

Y es que según el Dane, durante el último trimestre, la población informal ocupada en Villavicencio alcanzó un porcentaje del 52 %, una cifra alta, pero menor a la registrada en el año 2021, donde la cifra de informales ocupados alcanzó un porcentaje del 56, 2 %.

De este porcentaje, el 54, 1 % corresponde a hombres que trabajan en la informalidad y un 58, 9 % a mujeres que se encuentran en la misma condición laboral en la ciudad de Villavicencio.

Esta es una situación preocupante, ya que las brechas de género siguen  aumentando para las mujeres en la capital del Meta, en cuanto al porcentaje de la población que trabaja en el sector informal.

De acuerdo con el docente Óscar Loaiza, “las mujeres, aunque han tenido un gran avance en el mercado laboral, todavía ejercen los roles tradicionales en el hogar. En parte esto puede explicar las brechas salariales que todavía persisten en esta zona del país”.

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A esto hay que añadir, según expertos en temas de género, “las mujeres eligen un trabajo informal por la flexibilidad de horario, ya que esto les permite tener para poder cumplir con las funciones tradicionales de la mujer en el hogar”.

El hecho de que en Villavicencio un 52 % de trabajadores se ganen la vida en la economía informal, plantea la urgente necesidad de abordar a este gremio.

Esto, porque la mayoría de mujeres y hombres que se ganan la vida en la por esta vía y se ven privados de condiciones de trabajo decentes. Y es que de acuerdo con estudios realizados por varias universidades del país, la mayoría de las personas que se incorporan a la economía informal no lo hacen por elección, sino como consecuencia de la falta de oportunidades en la economía formal y por carecer de otros medios de sustento.

“La informalidad tiene un efecto nocivo sobre los derechos de los trabajadores, entre ellos los principios y derechos fundamentales en el trabajo, la protección social, las condiciones de trabajo decentes y el imperio de la ley”, aseguró el docente óscar Loaiza.

A esto se suma que la informalidad también tiene un impacto negativo en el desarrollo de empresas sostenibles (especialmente en términos de baja productividad y falta de acceso a financiación), en los ingresos públicos y en el ámbito de acción del gobierno, particularmente con respecto a las políticas económicas, sociales y ambientales, la solidez de las instituciones, y la competencia leal en los mercados nacionales e internacionales.

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“Si bien no todos los trabajadores de la economía informal son pobres y existe también pobreza en la economía formal, numerosos estudios han demostrado que los trabajadores de la economía informal están expuestos a un mayor riesgo de pobreza que los trabajadores de la economía formal, mientras que las unidades económicas informales enfrentan menor productividad e ingresos”, aseguró Ernesto Camargo, decano de la Facultad de Negocios Internacionales de la Universidad Santo Tomás sede Villavicencio.

Ante este contexto, los especialistas consultados por Llano 7 Días coinciden en que la mayor parte de la gente no ingresa a la economía informal por voluntad propia sino por falta de oportunidades en la economía formal y de acceso a otros medios de sustento.

Por todo ello, aseguran que: “La transición de la economía informal a la economía formal tiene una importancia estratégica para cientos de millones de trabajadores y unidades económicas de todo el mundo que trabajan y producen en condiciones precarias y vulnerables”.

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De acuerdo con el docente Óscar Loaiza, formalizar a las empresas informales en Villavicencio es posible. “Estas empresas sí es posible formalizarlas, y eso lo han demostrado iniciativas como el Régimen Simple de Tributación que unifica y facilita el pago de impuestos para los pequeños empresarios y reconociendo parte del recaudo como aporte voluntario a los BEPS”.

Sin embargo, el docente universitario advirtió que aún queda mucho por avanzar, ya que “la subida constante de las tasas de interés complica el acceso al crédito y deja a las mipymes en manos de los llamados “gota a gota”.