La inflación de enero en Venezuela fue de 39,4 %, 2,2 puntos porcentuales más que en diciembre, según datos difundidos por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), entidad independiente al margen del Banco Central.

“La tasa anualizada fue de 440 %. Estas cifras sugieren que la economía venezolana entró en una fase de fuerte aceleración de la inflación, como expresión de la inestabilidad macroeconómica que se ha venido observando”, señaló el OVF.

(Lea también: Cuánto cuesta salir a almorzar en un restaurante de la “Venezuela prémium”)

Según explicó la entidad, esta inestabilidad se debe a que la administración de Nicolás Maduro no pudo seguir sosteniendo la estabilidad del tipo de cambio que aplicó hasta agosto pasado.

El observatorio agregó que en ese contexto, la tasa de cambio ha tenido una tendencia significativa al alza que se “retroalimenta con las expectativas de devaluación e inflación que se generan ante la falta de un programa económico que propenda a la estabilidad y el crecimiento”.

Los sectores que más aumentaron en enero fueron comunicaciones, con un alza del 258,8 %; vestido y calzado, con un incremento del 48,3 %; alimentos, con una subida del 35,5 %; transporte, con un 26,6 %, y alquiler de vivienda, con un 25 %.

Golpe al bolsillo de venezolanos para comprar comida

La situación es preocupante en el vecino país. Una familia de cinco personas necesitó en diciembre pasado 63,24 salarios mínimos para pagar la canasta básica.

El ente independiente explicó que, durante el mes pasado, cuando el salario mínimo mensual de 130 bolívares equivalía a 7,66 dólares (35.031 pesos colombianos), una familia necesitó 485,06 dólares para pagar una compra de 60 productos, lo que representa 10,19 dólares más que el monto calculado en noviembre.

Pese a que  el salario mínimo no ha parado de aumentar, es evidente que solo alcanza para comprar algunos kilos de carne o varios litros de aceite y las remesas juegan un papel clave para que los venezolanos puedan comer.