Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Santiago Avila   Feb 26, 2024 - 9:32 am
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Tras evaluar los cambios realizados al programa Mi Casa Ya, liderado por el Ministerio de Vivienda, y uno de los pilares que busca impulsar la vivienda en Colombia, la Contraloría General de la Nación (CGR) lanzó advertencias sobre los impactos contraproducentes de este, tanto para el sector como para las familias más vulnerables.

Y es que, pese a que reconoció la intención del MinVivienda de focalizar los subsidios de vivienda hacia los hogares más vulnerables a través del decreto 490 de 2023, el ente de control advirtió que, dadas las condiciones para acceder al subsidio, como tener aprobado un crédito y que el avance de la obra esté en el 70 %, existen barreras que dificultan el acceso a la población de más bajos recursos.

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“La modificación que hizo el Gobierno Nacional en las condiciones de acceso al programa Mi Casa Ya afectó la entrega de subsidios en 2023 y, además, no es consecuente con las características socioeconómicas de la población vulnerable que busca favorecer, que no tiene la capacidad de pago para acceder al sistema financiero”, advirtió la Contraloría.

De acuerdo con el organismo, el Gobierno propende priorizar a los municipios de categoría 5 y 6 (que son los más pobres), en zona rural y para las categorías más bajas de Sisbén, entre otras variables. Sin embargo, independientemente de dicha categoría, debe demostrarse la capacidad financiera para acceder a un crédito, y además, se requiere contar con recursos para pagar el valor de la vivienda que no se financiará.

Lo anterior, para el ente, significa que la población con mayores oportunidades de ser beneficiarios puede no lograr obtener el subsidio por su bajo nivel de ingresos.

“Por ejemplo, para que una familia pueda acceder a una vivienda VIP, debe tener ingresos de al menos $ 1,88 millones y pagar una cuota de $ 741.000 (o $ 525.000 por siete años con el beneficio de la tasa frech). Además de eso, debe aportar el 20 % del valor de la vivienda como cuota inicial, equivalentes a $ 23,4 millones; lo que resulta difícil en condiciones normales para una familia que tiene ingresos ligeramente superiores a 1 salario mínimo”, anotó el organismo.

Otros efectos

Según el estudio de la CGR, estos ajustes pudieron tener gran influencia en restringir el número de asignaciones en el programa, lo que no estaría contribuyendo a la reducción del déficit habitacional ni a la provisión de una solución efectiva de vivienda a la población más necesitada.

De hecho, señaló que la asignación de subsidios de Mi Casa Ya bajó 22,4 % en 2023, es decir, hubo una asignación de 15.000 subsidios menos respecto a 2022.

Y en la vigencia 2023, entre enero y febrero se asignaron 73 subsidios, mientras que en el mismo periodo de 2022 la asignación fue de 15.853.

De igual forma, afirmó que estas modificaciones también pudieron incidir en una disminución de la demanda de viviendas VIS y VIP, “con lo cual no solo es posible que se haya obstaculizado el acceso a una vivienda digna, sino que también probablemente influya en la contracción del sector de la construcción, en el crecimiento económico y la generación de empleo”.

Preasignación de subsidios

A través de la Resolución 0101 de 2024, el MinVivienda hizo cambios en el nuevo modelo de preasignación de subsidios de Mi Casa Ya, el cual busca que las familias puedan tener la reserva de un cupo para la posterior asignación del subsidio familiar de vivienda en la vigencia en la cual se proyecta la entrega del inmueble; que podrá ser a partir de enero de 2025.

Este va dirigido a hogares que desean adquirir vivienda nueva de interés prioritario (VIP) en suelo urbano o rural, y reduce el requisito de avance de obra del 85 % al 70 %.

Para la Contraloría, el que dicha resolución establezca que la aplicabilidad del subsidio sea solo para Viviendas de Interés Prioritario (VIP) deja sin el beneficio a las familias que pretenden tener vivienda propia en el segmento VIS y con ello, limita la estimulación económica que el sector de la construcción podría recibir por la edificación de este tipo de viviendas -según el Dane, el 60% de las viviendas construidas en 2023 correspondieron a viviendas VIS-.

Según el informe, en cuanto a la evolución de las asignaciones del subsidio en lo corrido del año 2024, con corte a 16 de febrero, se muestra un avance de 5,8%, es decir, se han asignado 2.905 de los 50.000 subsidios que tiene como meta el Gobierno Nacional entregar al finalizar la vigencia.

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No obstante, la Contraloría consideró que si bien el cambio de esquema en la preasignación de subsidios dificultó el apalancamiento de los proyectos de construcción de vivienda, otro factor determinante fue el aumento de la tasa de interés por parte del Banco de la República, cuyo objetivo es reducir la inflación.

“El efecto fue un aumento de las tasas de los créditos hipotecarios para Vivienda de Interés social (VIS), la vivienda No VIS y la tasa de interés de los préstamos a los constructores desde el 2022”, dijo.

Finalmente, para revertir la tendencia negativa que tuvo el sector el año pasado, el organismo indicó que es necesario reducir las tasas de los créditos y, por ende, la tasa de interés del Banco de la República; así como rediseñar programas de asignación de subsidios para hacer más ágil el proceso y apalancar la construcción de vivienda.

“Adicional a esto, deben alcanzarse niveles plenos de ejecución del presupuesto de la Nación”, puntualizó.

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