Standard & Poor’s informó la tarde de este miércoles que bajó la “calificación de largo plazo en moneda extranjera” de Colombia de ‘BBB-‘ a ‘BB +’ y su “calificación de largo plazo en moneda local” de ‘BBB’ a ‘BBB-‘, lo que significa que ya no tiene el grado de ‘inversión’.

Los analistas resaltaron la necesidad de un ajuste fiscal en el país, y explican que su decisión se debe a que este “será más prolongado y gradual de lo antes anticipado, lo cual disminuye la probabilidad de revertir el reciente deterioro de las finanzas públicas” ocasionado por la pandemia.

“Las bajas de calificación se dan tras el retiro de una reforma fiscal presentada al Congreso, que en un contexto de altas presiones de gasto, deriva en una probabilidad significativamente menor de que Colombia mejore su posición fiscal”, añadieron.

Pese a que S&P da a entender que confiaba en que la reforma ayudara al país para sanear sus finanzas, también reconoció que el ambiente político no parecía favorable para que se aprobara. Sin embargo, no parecía prever que despertara un rechazo tan grande como el que ha experimentado durante el paro nacional:

“Esperábamos que la reforma fiscal se diluyera durante el debate del Congreso, pero que derivara en algunos ingresos corrientes adicionales y permanentes. En cambio, se encontró con una marcada oposición política y protestas de algunos segmentos de la población”, indica el informe.

La calificación de S&P podría cambiar de nuevo próximamente, para bien o para mal

Aunque la perspectiva de la nueva calificación es ‘estable’, lo que significa que hay buena perspectiva para estabilizar la situación en un plazo de dos o tres años, de la mano de medidas tributarias necesarias, S&P también indicó que hay motivos por los que la calificación podría cambiar de nuevo.

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El escenario negativo se podría dar si “acontecimientos internos o nuevos shocks externos impiden que la economía colombiana se recupere en 2021“, situación que generaría “déficits fiscales consistentemente más altos que los proyectados actualmente y un aumento constante en la carga de la deuda del gobierno”. Por otro lado, S&P también apunta a que el Gobierno consiga acuerdos para consolidar una reforma.

La perspectiva positiva, en cambio, dependería de un crecimiento económico más rápido de lo esperado, “medidas fiscales estructurales que reduzcan la brecha de financiamiento fiscal de Colombia, disminuyan la carga de la deuda y fortalezcan las finanzas públicas” y “un sector exportador más amplio y diverso, que ayude a reducir la vulnerabilidad externa y fortalecer la resiliencia económica”.