Luego de varios días de discusión entre empresarios y sindicatos, se determinó que el salario pasará del millón de pesos a $ 1’160.000 (242 dólares al cambio de hoy), a lo que se le añadirá otro aumento del 20 % al subsidio de transporte ubicándolo en $ 140.000 (29 dólares), para ser un total de $ 1’300.000 (unos 271 dólares).

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“Espero que este incremento del salario mínimo recupere el poder de compra que se ha perdido en los últimos meses en virtud de la inflación”, dijo Petro, quien también espera que esta decisión mejore la productividad promedio de la economía.

Por su parte, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, aseguró que se trata de un “acuerdo histórico” porque no solo llegó a un pacto rápidamente, sino que también se han “centrado en las políticas y medidas para proteger el valor adquisitivo del salario”.

¿Qué pasará con la tasa de usura?

Poco antes de definir en cuánto quedaría el salario mínimo para el próximo año, la ministra de Trabajo aseguró que, en medio de la discusión, estaban trabajando para construir las medidas y acciones necesarias que les permita garantizar el valor adquisitivo a los colombianos, entre ellos, la tasa de usura.

“Se han tenido en cuenta elementos importantes y analizado las medidas que impactan o que mitigan la inflación en los alimentos fundamentalmente, las tasas de usura que impiden el acceso a los créditos y los precios de los medicamentos, entre otros”, señaló la funcionaria.

Tomando en cuenta que a diciembre de 2022 la tasa de usura es de 41,4 % E.A., Ramírez indicó que el Gobierno quiere proponer algunas opciones para disminuir las tasas de los créditos, por lo que se haría un cambio en dicho indicador.

Es decir, buscarán que sea menor el porcentaje del pago de créditos sobre el ingreso de los colombianos a partir del próximo año.

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¿Qué es la tasa de usura?

“La tasa de usura representa el valor máximo de los intereses remuneratorio o moratorio que puede cobrar un organismo a los agentes de la economía y se construye como 1.5 veces el interés bancario corriente por modalidad de crédito”, según la definición del Banco de la República.

En pocas palabras, se trata del límite que puede cobrar un banco o entidad financiera por un crédito de consumo y ordinario, el cual continúa aumentando por lo que se espera que las entidades suban las tasas de interés de productos financieros, como las tarjetas de crédito.