
Una vez más se repite esta historia. Desde que la Alcaldía de Claudia López decidió abrir varios frentes de obra en toda la ciudad, son muchos los establecimientos comerciales que han tenido que cerrar, trasladarse y despedir empleados.
Y es que si bien es Carlos Fernando Galán quien está al frente de la ciudad actualmente, lo que sucede en la zona cercana al centro fundacional de Usaquén es de mucha alerta, pues allí hay obras que llevan varios años en lo que pareciera una operación tortuga.
(Vea también: Bogotá sacó la cara en reconocida lista internacional: le dio sopa y seco a Cancún y más ciudades)
La información suministrada por CityTV dice que los estudios y diseños quedaron listos en 2019 y se firmaron contratos que suman 44.018 millones, sin embargo, las obras hasta ahora tienen un avance del 12 %.
Esto ya está teniendo un impacto directo en algunos restaurantes del sector. En el mismo noticiero, un comerciante llamado Ricardo García confirmó que han tenido que despedir empleados.
“Hemos tenido que sacar al 70 % del personal. Las ventas bajitas. La gente cuanto llueve no puede pasar por acá porque el barro es impresionante”, dijo este comerciante de la zona de Usaquén.
Si bien las obras van a acabar en algún momento, la poca celeridad en ellas ha provocado que las personas que visitan el afamado sector de Usaquén dejen de pasar por algunas calles que están arreglándose porque piensan que están cerradas por la polisombra.




“Esta era una zona concurrida. Los restaurantes se movían superbien, pero por el daño este (las obras) ya no. Es poca la gente que pasa por temas de seguridad”, señaló Mario Gutiérrez, otro comerciante de la zona.
Aún no se ha establecido una fecha para la finalización de las obras, pero dijo Orlando Molano, director del IDU, que hay “más de 200 personas trabajando en la “, Orlando Molano, director del IDU.
Restaurantes en Bogotá, en crisis por obras
Los de Usaquén no son los únicos que han sido afectados por las obras. En la Av. 68, en la calle 100 y otros sectores de Bogotá que durante años fueron muy comerciales, desaparecieron.
(Vea también: El presupuesto para comer en el mejor restaurante de Colombia; licores, los más costosos)
Los restaurantes, algunos famosos y otros no tanto, son los más perjudicados, pues dependen del movimiento del sector para poder seguir vivos.
Aunque la zona de Usaquén no desaparecerá, sí perjudica a un sector que ha sido muy tradicional en el nororiente de la ciudad y que da empleo a cientos de personas.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO