La llamada ‘economía naranja’, que hace referencia a un universo de industrias culturales y creativas a través de servicios y productos de propiedad intelectual –entre otros- fue el tema de debate en el programa Hora 20 de Caracol Radio, el pasado viernes,  y ahondó sobre sus aspectos positivos y los retos o peligros que enfrenta este concepto.

Aunque la ‘economía naranja’ en el mundo mueve alrededor de USD$4.300 millones al año, en Colombia el aporte de estas actividades al PIB son del orden el 3,3 %, según mediciones de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), citadas por un panelista durante el programa.

“Quiero que los jóvenes de Colombia escuchen esto con atención: Estamos comprometidos con el impulso a la economía naranja para que nuestros actores, artistas, productores, músicos, diseñadores, publicistas, joyeros, dramaturgos, fotógrafos y animadores digitales conquisten mercados, mejoren sus ingresos, emprendan con éxito, posicionen su talento y atraigan los ojos del mundo”, dijo Iván Duque durante su discurso el 7 de agosto.

José Roberto Acosta, abogado y economista, contó que el presidente acuñó un término, “mentefactura”, en lugar de manufactura, para definir este tipo de beneficios y empresas de crear con la mente, de oficios, servicios en los que la propiedad intelectual es clave.

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En ese orden de ideas, el Congresista de la Alianza Verde, Mauricio Toro, destacó que la ‘economía naranja’ es una industria que está tomando un proceso de formalización, la del entretenimiento y la cultura, aunque no necesariamente se trata de empresas pequeñas. No obstante, para el abogado Acosta, la ‘economía naranja’ correría el riesgo de “domesticar” la cultura.

“En el momento en que uno mercantiliza algo tan abstracto como la cultura… No sé si la cultura, ese espíritu dionisíaco que está inmerso en la cultura, merezca ser absolutamente racionalizado por la matriz del mercado. Eso me parece que termina siendo una visión bastante sesgada de hacia dónde llevar la ‘economía naranja’”, aseguró Acosta.

Mauricio Toro criticó que el presidente Duque haya enfocado el discurso solo en esa industria, porque considera que en el país hay otras industrias más grandes y con mayor potencial. Citó el ejemplo de la industria Fintech, muy rentable con la innovación en ‘apps’ y desarrollo tecnológico, y señaló una cifra del Global Innovation Index en el que Colombia se ubica en el puesto 20 de 141 países de exportación en servicios creativos. “Hay otras industrias con una potencialidad gigante y es ahí lo que me preocupa, ¿y los demás qué?”, dijo.

Por su parte, Samir Antonio Campo, de la empresa Raddar, afirmó que la ‘economía naranja’ no es una moda. “Estamos frente a un cambio del consumidor donde evidentemente la búsqueda de experiencias lo está llevando a dejar más plata sobre la mesa en industrias culturales y creativas”, dijo, y expuso cifras que demuestran cómo ha cambiado el consumo per cápita en el país, en donde el ingreso de los hogares se ha triplicado en 25 años.

Y agregó: “los colombianos en nuestras formas de consumo, hemos pasado un poco de sufrir por la inflación de los alimentos, a gastarnos 35 % más de nuestros ingresos en entrar a cine” (entretenimiento).