Hace una semana el país vio el primero de muchos aumentos graduales al precio de los combustibles que hará el Gobierno Nacional para paliar el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, Fepc, cifra que llegará, según estimaciones del Comité Autónomo de la Regla Fiscal, Carf, a $34 billones para final de año, lo que representa 2,7% del PIB.

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El Ministerio de Minas y Energía anunció el pasado 2 de julio el primer aumento de $150, incremento que dejó en $9.180 el galón de gasolina y $9.018 el diésel. Esta subida será la única que hará el presidente Iván Duque antes de su salida: Gustavo Petro deberá enfrentar la cuantía de las próximas alzas de los precios.

Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, afirma que de mantenerse este ritmo en el aumento del valor, los consumidores podrían ver para diciembre un encarecimiento de los galones que oscila entre $500 y $700, en caso de que el gobierno entrante siga con el proceso de desmonte de los subsidios.

 

“Los precios quedarían entre $9.700 y $9.900 para el galón de gasolina y en el caso del diésel el costo se acercaría a $9.400 y $9.600”, aseguró el experto.

 

En todo caso, se trata de cifras especulativas y aún falta ver qué movimientos hacen las carteras de Hacienda y Minas y Energía para continuar con el aumento de los precios. El experto destacó que el aumento no sería suficiente, pero se trata de “una señal coherente con el mercado y el abastecimiento energético del país”.

Vera destacó que los aumentos graduales rompen la tendencia entre la inflación y el precio de los combustibles. Sin embargo, el precio en Colombia permaneció estático por mucho tiempo, con ligeros incrementos, pero que no alcanzaban a hacer frente a la subida de los precios internacionales.

 

“Eso ya se había logrado, pero habernos quedado quietos tanto tiempo ha generado un efecto en que cualquier aumento va a generar un incremento directo en la misma proporción sobre todos los bienes y servicios”, aseguró.

 

Desde entonces ha habido fluctuaciones a la baja y pequeñas subidas: por ejemplo, el precio de la gasolina estaba para noviembre del año pasado en $8.991 y en enero de 2022 subió a $9.372, precio que se mantuvo hasta la subida reciente de $150 anunciada por el Gobierno Nacional y el precio en Bogotá quedó en $9.522 el galón, cifra que no se veía desde finales de 2018.

Esta estabilidad en los precios ha sido gracias a la labor del Fepc; a pesar de amortiguar la subida de precios, ahora el Gobierno deberá girar $28,5 billones al Fondo entre 2023 y 2025 para cubrir el alto déficit, según datos del Carf.

“Si se incrementan los precios de los combustibles, habría una afectación en el flete de transporte de los alimentos y esto tendría un efecto cascada que incidiría en las familias”, aseguró Diego Mesa, ministro de Minas y Energía.

 

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Sergio Cabrales, docente de la Universidad de los Andes, recordó que la subida gradual de los precios de la gasolina y el diésel aumentarán los costos de los transportes y presionará la inflación al alza, puntos que más comparten.