Luiz Inácio Lula Da Silva le ganó en las elecciones a Jair Bolsonaro y volvió a ser presidente de Brasil. El líder de izquierda alcanzó el apoyo del 50,8 % de los sufragantes. Por su parte, el actual mandatario de ese país llegó al 49,2 % de los votos que depositaron los 116 millones de brasileros que participaron de la jornada electoral.

El presidente Gustavo Petro le había manifestado su apoyo al candidato progresista la noche anterior a las elecciones, cuando dejó un mensaje en el que dijo que “el fascismo debe ser detenido”. Además, luego de la entrega de resultados publicó un efusivo trino para celebrar la victoria de Lula.

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Pese a que son cercanos en materia ideológica, no comparten postura frente al petróleo. Petro le ha mostrado los dientes a esa industria en Colombia, mientras que Lula ha dicho que es necesaria y que no se puede abandonar.

Lula da Silva no respalda idea de Gustavo Petro

El nuevo presidente de Brasil rechazó la propuesta que durante meses ha impulsado Petro de consolidar un bloque en la región integrado por Chile, Colombia y Brasil para impulsar la no producción de petróleo y buscar otras alternativas para producir energía.

En una entrevista que dio hace unas semanas a la revista Time, Lula afirmó que en todo el mundo es necesario seguir extrayendo petróleo para que la economía no se vea afectada.

“Petro tiene derecho a hacer todas las propuestas que él considere que tiene que hacer. Pero en el caso de Brasil es irreal. En el caso del mundo es irreal. Todavía es necesario el petróleo por un tiempo”, señaló Lula.

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El brasilero defendió la extracción de petróleo en su país al considerar que en la actualidad no hay otras opciones que puedan suplir la demanda y advirtió que tanto la exploración como la extracción de crudo “le sirven” a Brasil y al mundo entero.

Así, Petro sigue perdiendo aliados en la lucha contra el petróleo, en la cual bajó el tono y señaló que los contratos de exploración seguirán. De hecho, se conoció que replantearía su posición al respecto.