Esta semana, el comportamiento del dólar ha sido histórico, no solo por el nivel al que llegó, sino porque ha sido constante al menos en tres jornadas continuas. Primero, el martes, se cotizó a 4.794 pesos; al día siguiente, superó los 4.800 pesos, y este jueves ya se montó sobre los 4.900 pesos.

Los especialistas han planteado que eso obedece a razones externas e internas. Entre las primeras están el descenso en los precios del petróleo, la expectativa de nuevas alzas en las tasas de interés por parte de la FED en Estados Unidos, la crisis energética en Europa, preocupada ahora por la llegada del invierno, y el ya muy prolongado intento de invasión de Rusia a Ucrania.

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Pero también han destacado que las declaraciones mixtas o contradictorias, cuando no confusas, por parte del Gobierno de Gustavo Petro, relacionadas con el control de capitales o el control de precios y la prohibición de exploración y explotación de petróleo en Colombia, han provocado la disparada de la divisa.

En todos los casos, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo —el que más confianza despierta de esta administración—, ha salido a apagar los conatos de incendio que han provocado con sus declaraciones algunos de sus compañeros de gabinete, y hasta el propio presidente. Incluso, Ocampo ya le va achacando a “declaraciones de algunos colegas” la subida del dólar.

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Sin embargo, parece que en el alto Gobierno entendieron que es urgente mandar mensajes unificados y que tranquilicen los mercados. De hecho, el presidente Petro aprovechó un crítico trino de la senadora uribista Paloma Valencia para responder y plantear lo que piensa sobre el petróleo.

Valencia aseguró que “las decisiones de Petro que ejecuta su ministra Irene Vélez de prohibir el petróleo y el gas (que son el primer ingreso del Estado y las primeras exportaciones del país) tiene disparado el dólar. La deuda pública se aumentó en 85 billones no hay ni tributaria ni plata que alcance”.

El presidente le respondió (se transcribe textualmente): “En ninguna parte del país se ha prohibido ni el petroleo ni el gas, seguirán produciendose normalmente”. Pero no dejó pasar la oportunidad para poner el espejo retrovisor (se transcribe textualmente: “Quien subio la deuda de Colombia fue el presidente que usted apoyo y eligio Paloma”.

Antes había afirmado que los contratos de explotación petrolera, carbonera y gasífera “continúan normalmente”, lo mismo que los contratos de exploración vigentes. “No hay ninguna prohibición”.

Al respecto, la ministra Vélez aseguró que se darán “todas las garantías para que se cumplan los contratos de exploración y explotación de petróleo y gas”, y aseguró que nunca han dicho nada distinto. “Confirmación de ello es que desde que llegamos al Gobierno, ha aumentado la producción de petróleo y gas”.

Ante este nuevo panorama, el ministro Ocampo, que se ha convertido en el principal bombero por las declaraciones confusas o contradictorias del Gobierno, calificó de “excelentes” las declaraciones de Petro y de Vélez.