
La fintech latinoamericana Global66 anunció una inversión superior a 5 millones de dólares para fortalecer el comercio exterior colombiano, enfocándose en las pymes.
Gracias a esta inversión, la compañía lanza una nueva funcionalidad de cuenta de compensación que permite a las pequeñas y medianas empresas realizar operaciones cambiarias reguladas de forma digital, simple y gratuita.
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Esto busca superar barreras como los altos costos y el acceso limitado a estos servicios, factores que han concentrado el 90 % de las exportaciones de 2024 en solo 450 empresas grandes de las 9.370 que exportaron.




Con esta herramienta, las pymes podrán planificar mejor sus finanzas, gestionar riesgos cambiarios y optimizar sus transacciones internacionales.
Además, se facilita el recaudo y resguardo de divisas, permitiendo transferencias en moneda local y generando rentabilidad, con tasas de hasta 4 % E.A en dólares y 6 % E.A en pesos colombianos.
Este avance no solo simplifica los trámites regulatorios y reduce la complejidad del sistema de pagos internacionales, sino que también busca democratizar el acceso a mercados globales, impulsar alianzas estratégicas y atraer inversiones extranjeras, aprovechando la ubicación estratégica y tratados comerciales que tiene Colombia.
Por qué es bueno que existan más fintech en Colombia
La presencia creciente de fintech en Colombia representa un avance significativo para la economía y para la democratización de los servicios financieros. En un país donde millones de personas y empresas históricamente han enfrentado barreras para acceder al sistema bancario tradicional, el surgimiento de más fintech significa abrir puertas a la inclusión financiera real. Estas empresas, gracias a la tecnología, logran ofrecer productos más simples, ágiles y personalizados, eliminando trámites engorrosos y requisitos excesivos que suelen excluir a grandes segmentos de la población, especialmente a los emprendedores, pequeñas empresas y personas que habitan en zonas rurales. La digitalización que proponen también reduce costos operativos, lo que se traduce en tarifas más competitivas y mejores condiciones para el usuario final. En un contexto como el colombiano, donde la informalidad laboral y empresarial es alta, contar con plataformas que faciliten pagos, transferencias internacionales, financiamiento y ahorro, sin necesidad de sucursales físicas, puede transformar la dinámica económica y ayudar a formalizar sectores tradicionalmente marginados del sistema financiero.
Otro aspecto fundamental es que la competencia que generan las fintech incentiva a los bancos tradicionales a modernizarse y mejorar sus propios servicios, impulsando la innovación en todo el sector. Esto beneficia a los usuarios con una mayor oferta, mejores tasas y productos diseñados según sus necesidades reales. Además, muchas fintech colombianas y extranjeras están orientadas a resolver problemas específicos de las pymes, como la dificultad para obtener créditos, la gestión del riesgo cambiario o la integración con plataformas de comercio internacional, aspectos que históricamente han limitado el crecimiento y la competitividad de las pequeñas y medianas empresas frente a las grandes corporaciones. Este apoyo tecnológico y financiero permite que más negocios accedan a mercados globales, generen empleo y aporten a la economía nacional.
La consolidación del ecosistema fintech contribuye también a la educación financiera. Al ofrecer plataformas intuitivas y contenidos explicativos, fomentan que las personas y empresas aprendan a tomar mejores decisiones sobre el manejo de su dinero, ahorro, inversión y financiamiento. Este conocimiento es clave para reducir el endeudamiento excesivo y crear hábitos financieros más responsables. Por todo esto, que existan más fintech en Colombia no solo representa un avance tecnológico, sino que es una oportunidad para transformar el sistema financiero hacia un modelo más inclusivo, competitivo y dinámico, capaz de impulsar el desarrollo económico sostenible y mejorar la calidad de vida de millones de colombianos.
Además, la expansión del sector fintech en Colombia favorece la adaptación del país a las tendencias globales de digitalización y economía digital, lo que resulta esencial en un mundo cada vez más interconectado. Gracias a estas soluciones tecnológicas, los colombianos pueden realizar pagos instantáneos, recibir remesas desde el exterior de forma más económica, invertir en productos financieros antes inaccesibles y manejar sus finanzas desde el celular, sin importar su ubicación geográfica. Este avance también atrae inversión extranjera interesada en el dinamismo del mercado local, generando nuevos empleos de calidad en tecnología, análisis de datos y ciberseguridad. Así, las fintech no solo modernizan la relación de los ciudadanos con el dinero, sino que también impulsan sectores estratégicos como el comercio exterior, el emprendimiento digital y la innovación empresarial, fortaleciendo la competitividad del país en la región y contribuyendo a cerrar brechas históricas de desigualdad económica y financiera.
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