
Nvidia se convirtió en la empresa más valiosa del mundo tras superar los 4 billones de dólares en capitalización bursátil, impulsada por el auge de la inteligencia artificial.
Apenas dos años antes, ya había hecho historia al ser el primer fabricante de chips en alcanzar el billón de dólares, detalló CNN.
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Este crecimiento se debe a su papel central en la construcción de la infraestructura de IA, según Wedbush, que destaca que cada dólar invertido en sus chips genera un efecto multiplicador de hasta 10 dólares en el ecosistema tecnológico.




Empresas como Google, Microsoft y OpenAI dependen de los procesadores de Nvidia para integrar funciones avanzadas de IA.
Bajo la dirección de Jensen Huang, quien cofundó la compañía en 1993 y hoy cuenta con una fortuna estimada de 142 mil millones de dólares, Nvidia ha pasado de diseñar GPUs para videojuegos a liderar la cuarta revolución industrial.
En 2024, entregó a OpenAI la primera supercomputadora de IA, DGX H200, acelerando el desarrollo de modelos de lenguaje como ChatGPT. Con una proyección de que el gasto global en IA superará los 2 billones de dólares en los próximos tres años, Nvidia se consolida como el gran referente tecnológico de esta nueva era.
Cuál es la historia de la empresa Nvidia
Nvidia nació en 1993, fundada por Jensen Huang, Chris Malachowsky y Curtis Priem, con la visión de diseñar procesadores gráficos capaces de revolucionar la experiencia visual en los computadores personales. Desde sus primeros días, la compañía se enfocó en el desarrollo de GPUs (unidades de procesamiento gráfico), apostando por un mercado que entonces era incipiente, pero que con el tiempo transformaría por completo el entretenimiento digital y la computación de alto rendimiento.
En 1999, Nvidia dio un gran paso al lanzar la GeForce 256, considerada la primera GPU del mundo por integrar funciones de transformación, iluminación y renderizado, que hasta entonces se realizaban por separado. Ese mismo año salió a bolsa, dando inicio a una etapa de crecimiento sostenido que consolidó a la empresa como líder en el sector de gráficos para videojuegos.
Durante la primera década del siglo XXI, Nvidia continuó expandiéndose con innovaciones clave como la arquitectura CUDA, que permitió aprovechar la potencia de las GPUs para tareas más allá de los gráficos, abriendo el camino hacia el cómputo paralelo y el aprendizaje automático. Esta decisión estratégica transformó a Nvidia en un actor relevante no solo en videojuegos, sino también en campos como la inteligencia artificial, la simulación científica y la investigación médica.
A medida que el mundo demandaba cada vez más capacidad de procesamiento para grandes volúmenes de datos, Nvidia logró posicionarse como el corazón de la nueva era digital, ofreciendo soluciones que permitieron acelerar procesos de investigación y desarrollo en industrias enteras.
En la última década, bajo el liderazgo constante de Jensen Huang, Nvidia dejó de ser vista solo como una empresa de hardware y se convirtió en una potencia tecnológica integral. La empresa apostó por el desarrollo de plataformas de hardware y software dedicadas a la inteligencia artificial, los vehículos autónomos y los centros de datos. Su papel resultó esencial para gigantes como Google, Microsoft y OpenAI, que emplean sus procesadores para tareas tan avanzadas como el entrenamiento de modelos de lenguaje. En 2024, Nvidia alcanzó un nuevo hito al presentar la supercomputadora DGX H200, diseñada para acelerar el desarrollo de inteligencia artificial.
Hoy, con una valoración bursátil que supera los 4 billones de dólares y siendo un pilar de la llamada cuarta revolución industrial, Nvidia representa el viaje de una pequeña startup de Silicon Valley que apostó por los gráficos y terminó liderando la transformación digital global, demostrando cómo la visión tecnológica puede cambiar radicalmente el curso de la historia empresarial.
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