
Las mipymes representan el 99,5 % del tejido empresarial colombiano y generan cerca del 80 % del empleo, aunque solo aportan entre el 35 y el 40 % del PIB.
Su supervivencia es frágil: solo un tercio supera los cinco años y su acceso al crédito es limitado.
(Vea también: Filtran poderosos negocios que tendrá empresa gigantesca en Colombia, aunque con riesgo).
La reciente reforma laboral introduce obligaciones como el inicio de jornada nocturna a las 7 p.m., mayores recargos dominicales y restricciones a contratos temporales, lo que, según gremios como Acopi y Asobancaria, eleva costos hasta un 6,4 % y podría aumentar la informalidad, especialmente en sectores como comercio, restaurantes y vigilancia.




Expertos coinciden en que, para fortalecer a las mipymes, es clave fomentar la formalización mediante incentivos y no sanciones, simplificar trámites, ofrecer beneficios fiscales progresivos y facilitar microcréditos con garantías y tasas razonables.
También se destaca la importancia de capacitarlas en gestión financiera y digitalización para mejorar su competitividad.
Desde el sector financiero, se han destinado $79 billones en financiación a mipymes, incluyendo $34 billones para micro y pequeñas empresas y $2,7 billones al sector de economía popular.
Sin embargo, se advierte que, sin un enfoque equilibrado, la reforma podría contradecir su objetivo de formalizar el empleo y afectar el motor productivo más importante del país.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO