Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Leonardo Olaya   Jun 30, 2024 - 3:14 pm
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Ecopetrol está en conversaciones para adquirir gas natural licuado (GNL) en un esfuerzo por mitigar el riesgo de escasez de gas ante la disminución de la producción nacional, hecho que ya advirtieron expertos y gremios del sector.

Por ejemplo, Vanti alertó esta semana sobre la posible escasez temporal de gas natural por unos años desde 2025 si no se modifica la regulación vigente.

El presidente del Grupo Vanti, Rodolfo Anaya, agregó que ya es un hecho que Colombia tendrá un déficit temporal que no se sabe cómo se cubrirá, y la necesidad de importar gas natural cuyos costos son más altos no es clara aún cómo y quién los va a asumir, lo que va a tener consecuencias en los usuarios de gas natural en el país.

(Vea también: Colombia alista nuevas reglas para negocio petrolero; empresas cambiarán forma de trabajar)

Por ahora, la petrolera estatal se enfoca en proveedores estadounidenses, mientras considera la construcción de una nueva terminal de importación.

Un informe de Bloomberg, citando a fuentes cercanas a las negociaciones, detalló que Ecopetrol está explorando opciones en el mercado estadounidense de gas natural licuado, en un momento crítico para el suministro energético del país. “La reducción de la producción de gas en Colombia ha llevado a la empresa a buscar alternativas para garantizar el abastecimiento interno en los próximos años”.

En medio de estos nuevos detalles sobre las movidas de Ecopetrol, hay que recordar que la semana pasada, la compañía anunció su plan de abastecimiento de gas natural para solventar ese faltante del energético.

Comunicó que parte del déficit se cubrirá con la importación de gas de Venezuela, una opción que a la hora de la verdad causa malestar en el sector privado, además de ser una alternativa que está en el aire ante la ausencia de una licencia especial que ni siquiera depende de entidades colombianas.

Sin embargo, Bloomberg aseveró que la petrolera tiene su interés en el gas natural licuado de Estados Unidos, que surge debido a su disponibilidad y capacidad de exportación, lo que podría ofrecer a Colombia una solución rápida y eficiente frente a la inminente escasez proyectada.

Además, la posible construcción de una segunda terminal de importación en el país subraya la intención de Ecopetrol de fortalecer su infraestructura para asegurar un suministro energético estable y sostenible.

Ante esto, la exministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, expresó su preocupación porque Colombia cometerá “la mayor estupidez”, ella se refiera a que el país dejó de hacer los pilotos de fracking, pero ahora busca gas de Estados Unidos que se extrae por esta técnica.

“Negligencia de no terminar los pilotos de fracking, porque la ideología y la pasión la anteponen a la ciencia… Vamos a importar gas de Estados Unidos producido con técnica de fracturación hidráulica (fracking)”, detalló Suárez.

Por lo que vaticinó que el resultado será: sin seguridad energética y mayor pobreza asegurada para los colombianos y más emisiones de carbono porque hay que transportar el gas natural licuado.

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Datos de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) indican que el fracking le representaría una oportunidad en generar ingresos fiscales por $1,5 billones anuales (solo en regalías US$2.500 millones) y un efecto multiplicador en impuestos locales asociados a la cadena de bienes y servicios.

Por el momento, los pilotos de Yacimientos No Convencionales (fracking) para explorar y explotar hidrocarburos en la zona del Magdalena Medio están parados. Ecopetrol lidera dos proyectos piloto: Kalé y Platero, con inversiones de 76 millones y 56 millones de dólares, respectivamente.

Aunque algunos ven el fracking como una respuesta a la demanda de energía, otros lo consideran riesgoso para la salud y el medioambiente. El proceso implica fracturar rocas profundas para liberar gas metano.

Lo que se sabe hasta ahora

Según lo dicho por el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, es que el déficit es de alrededor de 83 pies cúbicos días (Gbtud) en 2025. Eso quiere decir que el faltante equivale al 8% de la demanda nacional.

Las cuentas de Gobierno para cubrir ese faltante son las siguientes: se espera que 61 pies cúbicos días sean cubiertos con opciones provenientes de gas nacional.

Contrario a lo revelado por Bloomberg, el Gobierno insiste y está empecinado en la opción de importar gas de Venezuela, a través del gasoducto Antonio Ricaurte. De hecho, las cuentas de Ecopetrol proyectan un total de 100 Gbtud solo de gas importado que llegarían del vecino país y a través de sistemas de regasificación y del gasoducto de la vecina nación.

“Hemos venido avanzando con Pdvsa Gas, Cenit, nuestra filial, en hacer un recorrido físico por toda la instalación en el tramo de Colombia, que son cerca de 98 kilómetros, y se identificó que en una ventana de tiempo entre 10 y 14 meses podría estar el gasoducto en disposición física”, sostuvo Roa.

Según sus cuentas, por ese gasoducto caben casi 300 millones de pies cúbicos día, pero la realidad es que se comenzaría con entre 30 y 50 millones de pies cúbicos día.

No obstante, hay que tener en cuenta que el propio presidente de Ecopetrol reconoció que no se tratan de cuentas oficiales, sino de conversaciones informales que se han adelantado entre el Gobierno de Venezuela y Colombia.

¿Por qué se importa gas?

Tres expertos consultados por este medio explicaron que la importación de gas desde Venezuela o cualquier otro país, como el que se trae desde Trinidad y Tobago, es necesario para las termoeléctricas de la Costa Caribe. El precio de esa importación del vecino país no es claro, este es elemento de decisión.

A su vez, la producción actual de Chuchupa y los campos de gas de Sucre y Córdoba no alcanza para suplir la demanda en Colombia. Aunque hay gas natural sobrante en los campos del Piedemonte Llanero, como Cusiana y Cupiagua.

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Este no está disponible por varias razones: no existe capacidad de tratamiento para extraerle el CO2, se necesita reinyectarlo para mantener la presión de los yacimientos, y tendría que voltearse el flujo (compresores), del gasoducto Ballenas – Barrancabermeja. Además, este gas no está regulado, y ante una subasta, por la escasez, su precio sería superior al importado. También habría que sumarle el costo de transporte.

Sobre lo anterior, el ingeniero de Petróleos Óscar Vanegas, consideró que tanto Ecopetrol como el Gobierno Nacional creen que la Oficina de Control de Activos (Ofac), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, permitirá, en la próxima licencia que emita (en reemplazo de la Licencia General 8M que vence el próximo 16 de mayo), transacciones entre Pdvsa y la petrolera colombiana.

“Creo que ese permiso no se dará, ya que la Ofac solo aprobará las transacciones esenciales que involucren a Pdvsa con ciertas entidades y subsidiarias petroleras estadounidenses que operan en Venezuela”, estimó el académico.

A renglón seguido, Julio César Vera, presidente de la fundación Xua Energy, reiteró que dicha importación está supeditada a que Estados Unidos le otorgue un waiver (exención) a Ecopetrol, que por ahora se sabe que se solicitó, pero aún no se ha autorizado, para avanzar al respecto, de lo contrario no será viable.

Lo deseable es que el país siga priorizando las fuentes locales de abastecimiento, evalúe y desarrolle a fondo el potencial que Colombia tiene en cuencas como el Valle inferior del Magdalena, en Sinú – San Jacinto, en César – Ranchería, el Piedemonte Llanero y por supuesto el off shore caribe (costa afuera), de tal forma que nuestra seguridad energética no depende del abastecimiento con producto importado”, advirtió el analista.

Cuáles son las medidas para mitigar la escasez

En ese sentido, como lo detalló Bloomberg, Colombia está tomando medidas para mitigar una posible escasez de gas en los próximos dos años, explorando la construcción de una segunda terminal de importación de Gas Natural Licuado (GNL).

Además, se acentúa el interés particular en el GNL proveniente de Estados Unidos, el mayor exportador mundial. La cercanía geográfica entre ambos países representa una ventaja estratégica para Colombia, que busca asegurar un suministro estable mientras ofrece a los comerciantes estadounidenses un nuevo mercado para su exceso de carga.

Ecopetrol está evaluando propuestas de al menos diez empresas para desarrollar esta terminal independiente, con una fecha límite para la recepción de ofertas a principios de julio. Se están considerando volúmenes de hasta 0,6 millones de toneladas métricas al año, lo que equivale a alrededor de ocho cargamentos de GNL, en un periodo que podría variar entre tres y siete años”, se lee en el informe de Bloomberg.

Sin embargo, el principal desafío radica en encontrar un buque flotante adecuado para el GNL, ya que la demanda de estos buques ha aumentado considerablemente en Europa desde la invasión de Ucrania en 2022. Este factor ha complicado el mercado de transporte de GNL, ya que los países europeos buscan reemplazar el gas ruso.

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Según este medio especializado, los posibles sitios para la nueva terminal están siendo evaluados tanto en la costa caribeña como en el lado pacífico de Colombia.

Aunque el desarrollo de una terminal en la costa pacífica ha sido considerado anteriormente, la falta de interés comercial ha frenado su avance. La ubicación final y el cronograma de entrega dependerán de las decisiones iniciales sobre la infraestructura.

Ante este panorama, el presidente del Grupo Vanti presentó una propuesta regulatoria que puede servir, la cual se espera sea tenida en cuenta y se aplique para cubrir los desafíos ante la inminente escasez de gas natural a partir de 2025, que contempla las siguientes acciones:

La primera se refiere a que el productor de gas natural pueda, de forma temporal, ofrecer directamente el producto por un año, cubriendo obligatoriamente los contratos al 30 de noviembre próximo.

En segundo lugar, habilitar a los productores una alternativa opcional para que diseñen productos conformados por una mezcla de fuentes de suministro. Luego, crear una estructura de precios que permita mantener y desarrollar todos los segmentos del mercado.

También destacó la aplicación de flexibilidad para los productores, incluyendo la posibilidad de diferenciar precios por tipos de mercado. En quinto lugar, que los tenedores de contratos con vencimiento puedan aceptar total o parcialmente esa oferta. Las partes definirán los puntos de entrega y en caso de que queden cantidades excedentarias, el productor los ofrecerá libremente a nuevos solicitantes.

Por último, para la comercialización del 2025, el productor podrá lanzar ofertas a largo plazo.

Hay que tener en cuenta que, de acuerdo con los análisis que ha desarrollado Ecopetrol, se tendría un déficit entre 70 y 100 millones de pies cúbicos por día para el 2025, que implica utilizar, basado en una evaluación de costo-tiempo-beneficio, todas las opciones posibles para cubrir dicho diferencial y claramente la importación de Venezuela es una de las alternativas, además de aumentar las importaciones a través de la planta de regasificación de Cartagena.

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