El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, hizo esta petición en la Cumbre de Sostenibilidad y agregó que sí habrá sequía, lo que generará efectos directos en los acueductos y el sector energético.

De acuerdo con Lozano, el fenómeno del niño comenzaría en noviembre de este año y terminaría hasta marzo del 2019.

Las consecuencias que dejó el fenómeno del niño la última vez fueron tan altas que, aparte de la escasez de alimentos, hubo quemas forestales, sequías, descensos en los caudales de varios ríos y un riesgo latente de un racionamiento de energía.

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La presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica, Ángela Montoya, le explicó al diario Portafolio que para esta oportunidad hay garantías para el suministro de energía del país debido a que los embalses que abastecen las hidroeléctricas llegarán a noviembre alrededor de un 70 % de su capacidad y, además, se cuenta con las plantas térmicas.

Este fenómeno tiene que ver con el calentamiento del Pacífico y mientras en Colombia provoca altas temperaturas, en otros países de la región puede terminar en fuertes lluvias.