La guerra siempre será una oportunidad de negocio, principalmente para los fabricantes de armas, para los señores de la guerra y, en general, para toda maquinaria que se active con propósitos bélicos y que siempre es concebida para ocasionar la muerte. Pero también hay empresas dedicadas a la protección de la vida en medio de esos conflictos.

En Colombia, a miles de Kilómetros de la conflagración que consume a Ucrania por la invasión que desató el presidente de Rusia Vladimir Putin, la firma MC Armor, en el occidente de Bogotá, se emplea a fondo (sus 687 empleados hacen intensos turnos para cubrir las 24 horas de día los siete días de la semana) para cubrir la voraz demanda de elementos blindados que se desató por el conflicto que estalló el 24 de febrero.

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La empresa ha enviado casi cien cotizaciones y ha recibido respuesta afirmativa para el 15 % de ellas, le dijo su presidente, Miguel Caballero, a Noticias Caracol. “Todo es para Ucrania en este momento. Son placas [chalecos] de nivel superior y cacos antibalas para civiles y para las fuerzas militares de Ucrania. Las placas sirven para [contener munición de] fusil 5.56 y 7.62 y cascos para fragmentación contra bombas y fragmentos de municiones”, explicó en ese medio.

Esos productos, elaborados con un material llamado cerámica balística, un absorbente de energía de proyectiles, constituyen kits de protección para civiles, para militares, para periodistas que cubren el conflicto y para médicos y enfermeras de combate, añadió Caballero en el informativo.

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Solo para esta semana tiene previsto completar tres envíos, pero el empresario contó que lo más complejo es la logística para llegar a Ucrania a través de países de Europa. “Lo más difícil es poder llegar a países como España o Francia o Polinia. La mayoría de productos están llegando a Varsovia (Polonia) y de ahí son llevados por tierra a Ucrania”, explicó en el mismo medio.

Para ilustrar esas dificultades, narró la historia del distribuidor de la empresa en Kiev: “Tiene que salir entre las 12:00 del día y las 2:00 de la tarde. Va hablando con nosotros y a las 2:00 de la tarde tiene que volver a entrar al búnker. Entonces, tenemos interrumpidas comunicaciones donde se van confirmando los despachos”.

“Nos han llamado de forma no mínima de más de 20 países desde Europa, desde Medio Oriente, desde Latinoamérica. Todos quieren ayudar a poder enviar productos a Ucrania. Nosotros canalizamos el envío. Es un fenómeno que nunca lo esperamos. Nunca”, dijo Caballero en CNN, y añadió que los clientes son gobiernos, empresas privadas y personas particulares “que quieren enviar estas dotaciones a quienes están en el terreno”.

Después, dio un dato que ofrece la dimensión de la explosión de pedidos que ha tenido: “Esta semana estamos despachando 2.000 chalecos nivel cuatro, 1.000 chalecos nivel tres y 1.000 cascos. Estamos llegando, en promedio, a despachar a un solo país en una semana lo que se vende en promedio en un año en Latinoamérica”.

Semejante demanda quedó probada también con lo que le pasó en una feria de productos militares y de policía en Alemania en la que acaba de participar. “Personas de Ucrania nos fueron a comprar la exhibición, las muestras. Nos dejaron el stand vacío para poder ayudar con esas muestras a personas en Ucrania”, dijo el presidente de esta empresa que nació hace 30 años por la demanda de ese tipo de artículos que se derivó del conflicto interno en Colombia.