Se trata de la promesa de bajar los aportes de salud de los jubilados de 12 % al 4 %. Durante el gobierno Santos el proyecto pasó en el Congreso, pero el entonces presidente rechazó la iniciativa con el argumento de que podría haber un impacto fiscal que afecte las finanzas, ya que desde el Ministerio de Hacienda se dijo que el costo fiscal sería de 3.7 billones de pesos anuales.
Ahora, la promesa es recogida por el nuevo gobierno de Iván Duque, que en las últimas horas se comprometió a que esta rebaja en el pago se geste durante su administración. Sin embargo, la ministra de Trabajo, Alicia Arango, dijo, que esto se dará de forma gradual.
“El presidente Duque quedó en el compromiso de estudiar la manera como se pueda realizar esta disminución, pero teniendo en cuenta que para las pensiones altas no puede ser sino para las bajas. Hay que buscar con el Ministerio de Hacienda el origen de los recursos para dar este beneficio. Tenemos en el gobierno toda la disposición de cumplir”, afirmó Arango, citada por la revista Semana.
Cabe recordar que otro de los argumentos de Santos, en su momento, para no dar vía libre a lo aprobado en el Congreso es que estaba protegiendo la garantía del derecho a la salud de 4,4 millones de afiliados y el esquema de subsidios que hoy beneficia a la población.
“Entre otros, el citado proyecto adolece de vicios de su formación, dado que la votación del informe de conciliación, carecía de unanimidad, se eludió el debate parlamentario y no fue saneado”, señaló un comunicado que emitió Santos en julio de 2017.
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