La Gran Encuesta Integrada de Hogares del Dane destaca que, en la mayor parte de casos analizados por la entidad, se revela una equivalencia entre ganancia salarial y el nivel de estudios de los profesionales.

El análisis promedia el costo de las carreras profesionales en Colombia en unos 80 millones de pesos. Sin embargo, hace la salvedad por aquellas personas que adquieren créditos para costear la educación (el valor se incrementa por los intereses).

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Así las cosas, según el estudio del Dane, los profesionales que han terminado una carrera e ingresan al mercado laboral tienen una alta probabilidad de empezar ganando más de un salario mínimo. (Vea también: Colombia recuperó 2 millones de empleos en agosto; desocupación cayó al 12,3 %).

Este estudio también plantea un interesante parágrafo correspondiente al porcentaje de egresados que gana más de medio salario mínimo al mes y su comparación con los no profesionales que reciben esa misma cantidad de dinero.

Allí se refleja que el 46 % de personas sin estudios superiores no llegan a ganar ni medio salario mínimo al mes. Por su parte, en las personas con estudios universitarios este porcentaje cae hasta el 9 %.

Estas cifras del Dane son usadas por expertos en la materia para recomendar estudios a los jóvenes que terminan su educación secundaria.

“La educación superior es una inversión que tiene retornos a largo plazo. Los estudiantes hacen una inversión hoy y esperan al graduarse conseguir trabajos con mayores salarios, recuperando la inversión en algunos casos”, manifestó Luz Karime Abadía, codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, en diálogo con El Tiempo.

La experta señaló, en ese medio, que en Colombia aún no se valora del todo la formación técnica como una formación educativa que produzca estabilidad laboral en diferentes sectores productivos. (Vea también: Pandemia hizo que muchos adultos entre 25 y 34 años se devolvieran a vivir con sus papás).

Otra cifra contundente del estudio es la de posibilidades de aumentar la aspiración salarial en el último año. El 84 % de los egresados que trabajan aumentaron su salario durante el año pasado. Por su parte, solo el 24 % de las personas sin estudios pudieron aumentar sus ingresos.