
La Superintendencia de Sociedades de Colombia tomó una decisión determinante respecto a Morelco-Cumbra, filial de la multinacional Aenza, al decretar su proceso de liquidación judicial. Esta acción se produce tras el incumplimiento de un contrato de gran valor que la empresa adelantaba desde 2022 con Ecopetrol, sumado a millonarias deudas con decenas de proveedores, según informó El Tiempo.
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Cerca de 38 proveedores han declarado que la compañía les adeuda cuantiosas sumas de dinero. Morelco-Cumbra, que forma parte de la corporación peruana Aensa —famosa por construir proyectos emblemáticos como la línea 1 del metro limeño y diversas terminales de hidrocarburos y gas— enfrenta una profunda crisis financiera en Colombia, de acuerdo con el impreso
A finales de 2024, las cifras expuestas señalaban que la empresa reportó pérdidas superiores a 191.000 millones de pesos y tenía obligaciones pendientes con sus proveedores por más de 224.000 millones de pesos. Sin embargo, datos más recientes entregados por Ecopetrol al citado diario reflejaron que, para el 30 de abril de 2025, el monto adeudado a los proveedores de Morelco ascendía a poco más de 122.000 millones de pesos.
Ecopetrol, por su parte, aseguró que, aunque se verificó el cumplimiento de las obligaciones laborales hasta el cierre del contrato, las deudas comerciales recaen completamente en la responsabilidad de la contratista., según el citado medio.
De cuánto son las deudas que tiene la empresa Morelco-Cumbra en Colombia
La apertura del proceso de liquidación judicial por parte de la Superintendencia responde a que la empresa ya no estaba en capacidad de responder por sus deudas, superando el 10 % de su pasivo total en estado de cesación de pagos al finalizar 2024. Los activos de Morelco alcanzaban los 230.636 millones de pesos, frente a pasivos que sumaban cerca de 321.473 millones de pesos, lo que retrata la gravedad de su situación financiera, de acuerdo con el periódico.
El contrato que ha producido el conflicto involucraba el suministro de equipos y materiales, junto con la construcción y puesta en funcionamiento del Centro de Procesamiento de Fluidos (CPF) Orotoy, ubicado en Acacías, Meta, y estaba valorado en más de 320.000 millones de pesos. Ante el incumplimiento, Ecopetrol ha destacado que cualquier reclamo económico por parte de proveedores y subcontratistas de Morelco debe resolverse exclusivamente a través de la Superintendencia de Sociedades, pues la relación contractual era directamente con la firma peruana y no con terceros, según el citado portal.
Por su parte, Morelco-Cumbra argumentó en documentos oficiales que la problemática financiera fue agravada por seis suspensiones en la obra, a raíz de protestas sindicales de la Unión Sindical Obrera (USO), que, según ellos, exigían bonificaciones adicional a sus derechos legales. Sostienen que este factor aumentó los costos y retrasos, lo cual no estaría reconocido por Ecopetrol en sus pagos, de acuerdo con el medio de comunicación.
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Ecopetrol, en respuesta, precisó que cumplió cabalmente con las obligaciones contractuales y desestimó que existiera una justificación válida para modificar los valores del contrato, además de rechazar cualquier argumento de fuerza mayor no sustentado adecuadamente.




Esta delicada situación deja a decenas de proveedores y subcontratistas en la incertidumbre, sin un mecanismo directo de pago por parte de Ecopetrol y obligados a acudir a la justicia comercial para buscar resarcimiento.
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