
En Colombia, el sistema de estratificación socioeconómica clasifica las viviendas en seis niveles, del 1 al 6, con el objetivo de distribuir de forma más equitativa los subsidios y contribuciones en los servicios públicos domiciliarios como el agua, la energía eléctrica y el gas.
Este modelo busca garantizar que los hogares de menores ingresos accedan a tarifas más bajas, mientras que quienes viven en condiciones más favorables asumen mayores costos para sostener el sistema.
(Vea también: Pondrán fin a subsidios de servicios públicos en estratos 1, 2 y 3; así será nuevo sistema)
Aunque este mecanismo ha sido fundamental para promover la equidad en el acceso a los servicios públicos, no siempre refleja con precisión la realidad socioeconómica de quienes habitan una vivienda. Es común que algunas familias residan en inmuebles catalogados con un estrato más alto del que les corresponde, ya sea por cambios en sus condiciones económicas o por errores en la clasificación inicial. Esta situación puede derivar en cobros injustos y excesivos.
Ante esto, la legislación colombiana permite que los ciudadanos soliciten la modificación del estrato asignado a su vivienda. Este trámite está contemplado dentro de los derechos de los usuarios del sistema de servicios públicos y puede hacerse sin costo alguno, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos y se justifique debidamente la solicitud.
¿Quién puede solicitar el cambio de estrato?
Cualquier persona que considere que su vivienda fue mal clasificada puede presentar la solicitud. Esto incluye no solo a los propietarios, sino también a los arrendatarios, administradores de conjuntos residenciales o representantes legales, siempre que cuenten con la documentación necesaria.
La solicitud debe dirigirse a la entidad encargada de la estratificación en cada municipio o distrito, generalmente las oficinas de Planeación Municipal o las alcaldías locales, quienes son responsables de evaluar y resolver este tipo de casos.
¿Cómo solicitar un cambio de estrato en el servicio público?
El proceso para solicitar un cambio de estrato implica varios pasos, que deben cumplirse de forma ordenada:
- Presentación de la solicitud formal: el primer paso es radicar una carta o diligenciar un formato específico (según el municipio), donde se expongan claramente las razones por las cuales se considera que el estrato asignado no refleja la situación socioeconómica real del hogar. En este documento se deben incluir los datos del solicitante, la dirección exacta del predio y una breve descripción de las condiciones del inmueble.
- Adjuntar soportes y documentos: es fundamental anexar documentos que respalden la petición, como recibos de servicios públicos, fotografías del inmueble, certificados de ingresos o cualquier evidencia que demuestre la necesidad de revisar el estrato.
- Inspección técnica del predio: una vez recibida la solicitud, la entidad competente hace una visita técnica al inmueble. En esta inspección se evalúan aspectos como el tipo de construcción, materiales usados, entorno urbano, vías de acceso y presencia de servicios básicos. El objetivo es confirmar si las condiciones físicas del predio corresponden con el estrato asignado.
- Emisión de la resolución: con base en la información recolectada, la autoridad emite una resolución donde se puede confirmar o modificar el estrato socioeconómico. Esta decisión se notifica al solicitante y a las empresas prestadoras de servicios públicos para que se realicen los ajustes correspondientes en las facturas.
¿Cuándo se aplica el cambio de estrato?
El ajuste en el cobro de los servicios no es inmediato. Por lo general, los cambios empiezan a reflejarse entre uno y tres meses después de la notificación de la resolución. Si el nuevo estrato es más bajo, el hogar accederá a subsidios más altos; si por el contrario, el estrato sube, el valor a pagar por los servicios públicos será mayor.
En caso de que el ciudadano no esté conforme con la decisión, tiene derecho a interponer recursos de reposición o apelación, de acuerdo con la normativa vigente en su municipio.
Este proceso forma parte del derecho de todo colombiano a recibir un trato justo y proporcional frente al pago de los servicios públicos, asegurando que los beneficios del sistema lleguen realmente a quienes los necesitan.
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