Tras una reunión de dos horas en la Casa Blanca anunciaron a la prensa una serie de decisiones que abarcan a la agricultura, la industria y la energía pero cuya exacta magnitud aún no fue expresada.

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) llegaron a un “acuerdo”, dijo Juncker, mientras Trump afirmó que ambas partes quieren llegar a instaurar “tarifas cero” en el comercio bilateral, salvo en automóviles.

Según una fuente europea, algún arancel nuevo será instaurado por Estados Unidos a los autos importados; un tema especialmente sensible para Alemania en donde 800.000 personas trabajan en esa industria.

La UE aumentará “inmediatamente” sus compras de soja estadounidense, dijo Trump quien, de su lado, prometió revisar los aranceles que le impuso al acero y al aluminio importados de Europa.

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El mandatario estadounidense estimó tras la reunión con Juncker en la Casa Blanca que las relaciones con la UE entraron en “una nueva fase”.

“Hemos alcanzado un acuerdo”, dijo por su parte Juncker, quien al inicio de la entrevista en el Salón Oval de la Casa Blanca había declarado que Estados Unidos y la UE, que representan la mitad del comercio mundial, son “socios” y “aliados” y no “enemigos”.

Calificado por Trump como un hombre “muy inteligente” pero también “muy duro”, Juncker habló de “un fortalecimiento de la cooperación en el sector de energía”.

El ministro alemán de Economía Peter Altmaier saludó desde Twitter esta “apertura” alcanzada porque “puede evitar una guerra comercial y salvar millones de empleos”.

Pocas horas antes, el presidente chino Xi Jinping había advertido a Trump que nadie resultaría “vencedor” en una guerra comercial como la que lanzó Washington y que desató medidas de represalia contra productos de Estados Unidos.

Como prueba de que ese pleito comercial ya afecta a Estados Unidos, Washington había anunciado el martes una ayuda de urgencia de 12.000 millones de dólares para los agricultores perjudicados por las medidas arancelarias aplicadas en represalia por China, la UE, México y Canadá.

AFP