Un hecho curioso que marcó la última fecha de la jornada de las eliminatorias a Qatar 2022 fue la protagonizada por los jueces de línea en el duelo entre las selecciones de Chile y Argentina.

Fabricio Vilarinho y Rodrigo Correa,  los dos árbitros brasileños protagonistas de esta pifia, olvidaron en el hotel sus banderines, elementos esenciales para ejercer su función en el terreno de juego.

(Vea también: Selección Argentina denuncia malos tratos en Chile; dice que en hotel “no había agua”).

Ante la premura del tiempo, Vilarinho y Correa encontraron una solución: amarraron chalecos refractivos a dos palos y salieron a la cancha como si nada. Los jueces de línea estuvieron los 90 minutos utilizando estos precarios utensilios sin consecuencia alguna tanto para Chile, como para Argentina.

Otra fue la situación fuera de la cancha. La Conmebol tomó cartas en el asunto, abrió una investigación y tomó sus propias decisiones.

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Vilarinho y Correa fueron sancionados por cuatro meses y no podrán participar en ninguna competición organizada por el ente rector del fútbol suramericano.

“Han incumplido en las funciones otorgadas no llevando los implementos básicos para realizar sus labores (banderines) poniendo en riesgo el normal desarrollo del partido”, reseña la Conmebol en el documento sancionatorio emitido por la Comisión de Árbitros y publicado por Infobae..

Anderson Daronco, juez central, corrió con suerte y no fue afectado por la decisión de la Conmebol al no tener responsabilidad en el hecho. Flavio Rodriguez, cuarto árbitro y los encargados del VAR, Rafael Traci y Pericles Bassols, también fueron eximidos de cualquier culpa.

Infobae
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