Ronaldinho estuvo recluido durante un mes en una instalación policial de Asunción, pero después del pago de una fianza fue trasladado a un hotel de 5 estrellas en el que era el único huésped junto a su hermano, capturado por el mismo cargo.

El juez del caso, Gustavo Amarilla, accedió a los pedidos de libertad de los abogados del exfutbolista luego de que este y su hermano comparecieran en su despacho.

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En consecuencia, el diario Sport adelantó que Ronaldinho debió pagar una indemnización final de 76.000 euros (345 millones de pesos colombianos) para la “reparación de daños sociales”, mientras que el monto asignado a su hermano fue de 93.000 euros (423 millones de pesos).

Sin embargo, su caso podría ser tomado por la justicia de Brasil, pues se les habría obligado a fijar residencia en ese país y a presentarse ante la Justicia cada 3 meses durante un año, agregó el medio.