En clubes de la liga mexicana de primera división como Necaxa, Morelia, Puebla, además de otros equipos de Estados Unidos y Chile, Garduño se destacó por ser un aguerrido volante de contención.

A los 17 años debutó en el fútbol profesional, pero a los 29 ya le ponía fin a su carrera, luego de la falta de oportunidades en la cancha. Después de colgar los guayos de forma prematura, entró en una depresión absoluta.

“Pasé de entrenar todos los días durante 20 años y de repente te paras un día y no tienes nada que hacer. Fue una catarsis emocional”, cuenta el exfutbolista profesional.

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En medio de esa búsqueda por encontrar su siguiente jugada en la vida, gracias a sus habilidades para comunicarse, a Garduño lo invitaron a dar una charla en una empresa para que le contará a los empleados cómo el deporte los ayudaría a sacar lo mejor de ellos.

Lo hizo tan bien e incentivó tanto a la gente, que a partir de ese momento, este hombre nacido en Ciudad de México comenzó a dar conferencias de desarrollo personal y habilidades, no solo en su país, sino en más de 34 naciones.

“Les hablaba de cómo salir de la zona de confort, cómo aspirar a más, cómo dejar de ser un espectador a pasar a ser un protagonista”, asegura.

Aunque no cree que el destino no está marcado, fue la vida misma la que le mostró a Garduño el siguiente paso, luego de cuatro años dando conferencias: “cuando uno hablaba con la gente todos decían yo quiero eso, pero cómo le hago. La gente se paraba decidida, pero no hacía nada. Con una conferencia no es suficiente porque la emoción te dura dos horas”.

En ese momento fue que decidió ponerse manos a la obra y creó un sistema de entrenamiento físico llamado 54D, que consiste un programa de ejercicios de máxima exigencia e intensidad durante ocho semanas.

“Es un sistema basado en disciplina, fuerza de voluntad, carácter, pasión, corazón, que no solo te ayuda físicamente, sino que mejora tu autoestima”, relata Garduño.

El programa físico parece una pretemporada de fútbol, no solo porque los ejercicios son parecidos o los mismos que hacen los jugadores cuando se preparan para un torneo, sino también porque el entrenamiento se hace en grupos, donde no hay distinciones de nada, tal como en un equipo.

“Entreno en México a las dos familias más poderosas, los Slim y los Larrea, pero en mi entrenamiento son uno más”.

Asimismo, los entrenadores son todos exfutbolistas y ahora que abrió centro de acondicionamiento en Colombia, también le dio la oportunidad a exjugadores nacionales como el caso de Édgar Ramos, Andrés Díaz o Roberto Vidales.

“Trato de buscar mi gremio porque sé que somos gente muy disciplinada, que tiene mucho valor y con años de experiencia en el deporte“, señala.

Con un emporio que crece cada día más, convertido en un gurú del entrenamiento físico y famoso entre las celebridades, Garduño sabe no ha hecho otra cosa que mostrarle a la gente un mejor camino de vida.

“El deporte es la plataforma del bienestar. Te genera estos niveles de endorfina y oxitocina que hace que te sientas bien y además es lo único que te genera autoestima, seguridad y confianza”, concluye.