Por segundo año consecutivo, una caída deja a Porte sin la posibilidad de llegar a París y subirse al podio de la carrera por etapas más importante del ciclismo.

El australiano era décimo en la clasificación general y llegaba a la etapa 9, que tiene 21,7 kilómetros de pavé (adoquines), como uno de los favoritos al título que mejor rendimiento tuvo en la primera semana.