Uno de los eventos más oscuros que se vivieron en el fútbol profesional colombiano fue tristemente protagonizado por el técnico Luis Fernando Montoya, exentrenador del Once Caldas, quien recibió un impacto de bala a las afueras de su casa hace 19 años.
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El antioqueño fue el artífice de una de las mayores hazañas del fútbol nacional: conseguir la Copa Libertadores de 2004 con el Once Caldas luego de superar a Boca Juniors de Argentina en la final, equipo que venía de ser campeón del torneo internacional el año anterior y que se había coronado en la Intercontinental frente al Real Madrid.
Luego, el conjunto colombiano viajó a jugar la Intercontinental en 2004 en la que se midió contra el Porto, que antes fue dirigido por el portugués José Mourinho. En los 90 minutos, el papel fue memorable, ya que empataron sin anotaciones, pero luego, desafortunadamente, cayeron desde la tanda de penaltis por un resultado de 8-7.
Sin embargo, por ese rendimiento, Montoya ya se había ganado un reconocimiento a nivel mundial y la siguiente fase de su carrera iba a ser en el exterior.
El sueño que no pudo cumplir el ‘profe’ Montoya
Según comentó el profesor Luis Fernando Montoya en el programa ‘Historia clínica’ del canal RCN, cuando empató con el Porto en la Intercontinental sabía que estaba listo para asumir mejores y más grandes retos, por lo que se abrió a escuchar ofertas.
De hecho, el técnico aseguró que se sorprendió porque algunos de los clubes que lo llamaron eran Europeos y de gran nombre.
“Recibí ofertas de Cruz Azul de México, del Atlético de Madrid de España y de la Roma de Italia, pero yo me quería inclinar por la Roma porque me llamaba más la atención”, dijo el entrenador en diálogo con el canal.
Y agregó: “El 22 de diciembre yo estaba acá en la finca y recibí la última llamada para dirigir a Racing de Avellaneda, pero les dije que no los podía atender y que volvieran a llamar en una hora. Entonces salí de acá, llegué a mi casa y ahí fue que pasó lo que pasó”.
Luis Fernando Montoya recibió un disparo por parte de un delincuente que quería robar a su esposa, por lo que su columna quedó comprometida y por eso quedó cuadripléjico.
(Ver también: El profesor Montoya se para de su silla de ruedas por primera vez)
Sin embargo, más allá de eso, el ‘campeón de la vida’ ha sabido sobrepasar las dificultades y hoy por hoy respira por sus propios medios y habla de forma muy clara, por lo que puede estudiar, dar charlas y mucho más.
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