El directivo explicó que todo depende de cuánto dure la suspensión del fútbol profesional en Colombia, pues su institución trata de solventar la falta de ingresos, por lo que inicialmente se presentaron acuerdos con jugadores y empleados en general para la rebaja de sueldos.
“Si esto [la suspensión] va muy largo, tocará tomar otras medidas. Ya me reuní y planteé soluciones con la parte administrativa y las escuelas de formación, ellos ya saben lo que está pasando y lo que nos puede pasar”, indicó.
Y luego fue más directo: “Quiero que tengan conocimiento de la situación porque no es por ser testarudo o por debilitar al equipo, pero si debo tomar medidas muy impopulares, las tomaré”.
Sin embargo, no aclaró si se estaba refiriendo a reducir el tamaño de la nómina; solo concluyó apuntando que “primero está la estabilidad del equipo”.
Por ahora, la única pista que el Gobierno Nacional ha dado sobre la reanudación de la liga colombiana tiene que ver con Ernesto Lucena, ministro del Deporte que calculó que se podría volver a jugar entre julio y agosto de 2020.
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