Guillermo Herrera Castaño, ministro del deporte, fue el delegado del Gobierno Nacional en la jornada electoral que se hizo en Caldas el domingo pasado.

El ejecutivo caldense atendió a La Patria. Habló de los Juegos Bolivarianos, los Juegos Nacionales, los Juegos Intercolegiados, el presupuesto para el Ministerio y el fútbol profesional colombiano.

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¿Están listos los Juegos Bolivarianos?

Arrancan el 24 de junio. Hace dos semanas estuvimos en Valledupar con los delegados internacionales, cerrando lo de la organización, porque es la Odebo la que aprueba finalmente. Para esos juegos necesitamos 35 escenarios, de los cuales 30 están aprobados. Están pendientes 5, de los cuales 2 están terminados: baloncesto 3×3 y rugby. Hay 3 pendientes de esa aprobación: gimnasia, la piscina y el coliseo de baloncesto. Nuestra posición es mantener la mayor cantidad de disciplinas deportivas en la sedes: Valledupar, Cali, Bogotá; Nilo y Tominé (Cundinamarca). Así se planteó desde un principio para que no haya dudas. El escenario de baloncesto no estará para los Juegos, pero el plan b es que los partidos se trasladen para el colegio Bilingüe, en donde hay la infraestructura.

Usted había advertido hace tres meses sobre las demoras ¿Hoy cómo está?

Los delegados internacionales le dieron el espaldarazo a los Juegos, a la organización y mantuvieron la fecha, algo que es muy importante. No faltó quien planteó que se corrieran, pero la posición del Gobierno Nacional es que no por el cruce de calendarios deportivos. No queremos atentar contra la calidad técnica de los certámenes.

Y los Juegos Nacionales del Eje Cafetero ¿qué?

Vamos en el cronograma planteado; la financiación depende de las decisiones que tome el Gobierno Nacional en el Consejo de Política Económica y Social (Conpes). Son los recursos que comprometerán vigencias del próximo gobierno. En agosto habrá transición de administración y los 107 mil millones que invertiremos en infraestructura salen del presupuesto de este y del próximo año. Por eso necesitamos ir al Conpes para que se declare la importancia estratégica de los Juegos y podamos comprometer las vigencias del próximo gobierno porque las obras deben arrancar en el segundo semestre  de este año. Eso siempre lo hemos dicho así, desde el primer día.

¿Y cómo el Eje cómo va en ese proceso?

Para poder ir al Conpes necesitamos conocer el marco de gasto fiscal o la perspectiva presupuestal del Gobierno el próximo año, o sea, qué espacio tenemos para saber cuánto debemos comprometer. Eso lo sabremos después del 15 de junio. Qué hemos hecho que nunca se había hecho en otras ediciones: la revisión juiciosa técnica y financiera de los proyectos que se comprometerán. Son 15 o 16 proyectos a los que les hacemos seguimiento. Yo diría que ya estamos listos para ir al Confis, a pedir el aval fiscal. Después de la Ley de Garantías haremos los convenios, ya que estamos en ella desde el 12 de noviembre. Los Juegos van bien. Se levanta la Ley de Garantías, hacemos los convenios y, yo diría, en octubre deben arrancar las obras de lo que está cofinanciado.

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¿Qué balance técnico le rindieron de las finales nacionales intercolegiadas en el Eje Cafetero?

El año pasado se inscribieron 250 mil estudiantes y nos tocó correr la final nacional por la pandemia. Para este año tenemos 455 mil inscritos, la presencialidad es muy importante y estamos en 9.247 de las 13 mil instituciones educativas de todo el país. La inversión es de $24 mil millones. Hay que recordar que antes de la pandemia el promedio de inscritos era de 690 mil deportistas. Hubo una normal disminución que ahora la hemos ido incrementando.

¿Cómo va el tema del presupuesto para el año entrante?

Por ley se debe presentar al Congreso en marzo y abril de cada año. Ya hicimos nuestra propuesta y estaría rondando los 900 mil millones. Pero ahora la estrategia consiste en meterle más recursos a los programas de fomento, luego a los de proyección deportiva y los demás programas. Que no solo sea alto rendimiento. Allí hay compromiso con los jóvenes, el Pacto con la Juventud, parte de lo que reclamaron el año pasado. La idea es incrementar la oferta en campamentos, programas recreativos y escuelas de formación.

¿Esa cantidad es suficiente para operar el deporte colombiano?

Para este año tenemos 890 mil millones, la cifra más alta para el deporte colombiano en una temporada. Ese es un legado, más el Ministerio del Deporte. Mire, a la fecha hemos invertido 2.2 millones en el deporte en estos casi cuatro año. Brechas y vacíos habrán, pero creo que esta es la importancia hoy de tener el Ministerio del Deporte. Ya tenemos lista la escalera de crecimiento deportivo o de proyección de atletas: Semilleros, Intercolegiados, Escuelas, Talentos Colombia con 3.040 niños en todo el país; los PAD, proyectos avanzados de desarrollo; más Podio, en el que estarán los mejores de los mejores. Este último programa quiere darle garantías al deportista, al buen deportista, antes de que se pierda por falta de apoyo. No es esperar a que sea famoso para ayudarlo. Y arriba está el seleccionado colombiano olímpico. Los demás, serán los sucesores. Encontré que faltaba articular los programas y eso es vital en cualquier proceso.

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Usted ha pregonado la equidad de género y escuelas deportivas ¿se ha mejorado?

Los programas estaban, pero hay que ser más ambiciosos en las políticas públicas, lo que hay que hacer es hacer más inversión y cobertura. Las escuelas son muy importantes y apenas estábamos cubriendo 8 mil niños al año y ahora lo llevamos en 33 mil. Todo lo que se haga en la niñez es poco o corto. Tenemos unos compromisos grandes desde el Estado con esas regiones y por los paros. Más que infraestructura, necesitamos es programas activos.

¿Y lo de equidad género?

Ya firmé el decreto que les ordena a las federaciones, invertir el 30 % de esos recursos en la mujer.

 

¿Qué sensación le dejó la sanción para los jugadores de Llaneros FC después del escándalo de la final de la B?

Eso se habló en todo el mundo, fue evidente. Me sorprende que se hayan demorado seis meses para tener los resultados. Sobre todo porque el 31 de diciembre exoneraron al Unión Magdalena. A Teo Gutiérrez lo sancionaron de inmediato por besar el escudo de su equipo. Imponen una sanción por el decoro deportivo. Lo que me llama la atención si eso es tan evidente, por qué se les olvida preguntar o revisar qué pasó con los resultados de ese partido. Todos sabemos que ese comportamiento incidió en el resultado final y en el campeón. De ahí la multa era de dos años de suspensión y 150 salarios. Tenía que haber sido una sanción ejemplar, gústele al que guste. Si, si, seis meses, pero es una multa chimba. Podrá estar muy molesto el presidente de Llaneros, pero la verdad el oso fue monumental. Entiendo el debido proceso, pero por qué se dilató tanto.

¿Y qué sabe de la investigación de la Fiscalía?

Sí, lo oficiamos, pero creo que no tuvo avances y no hubo forma de probar el comportamiento de los jugadores.

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¿El Ministerio incidió en el regreso del Cúcuta Deportivo a la actividad?

Claro, misión cumplida. Fue una solicitud del presidente, no solo por lo deportivo, sino también, por lo social. Cúcuta es un histórico del fútbol colombiano. Hicimos llave con la Superintendencia de Sociedades y le pedimos al juez que levantara la medida cautelar de embargo sobre la ficha o derecho de afiliación y así activamos el reconocimiento deportivo. El Ministerio le pidió a la Dimayor que le diera cumplimiento al fallo del juez y lo volviera a afiliar.

¿Y qué piensa de la eliminación del Mundial?

El tema es de competencias legales. La administración técnica es de la Federación y de sus divisiones, Dimayor y Difútbol; hemos mantenido relaciones armoniosas, lo que nos ha permitido tener la Liga de Fútbol Femenino y la Primera C. Pero más allá de eso nosotros tenemos la obligación de hacer inspección, vigilancia y control. Si fallan, se sancionan. Lo demás son pasiones.