“El domingo la prioridad fue jugar, sin importar la vida de un ser humano”, Juan Guillermo Domínguez. Millonarios recibía al Deportivo Cali el 5 de abril de 2009 por la fecha 10 de la liga y los ‘embajadores’ apenas habían ganado un partido. De otro lado, el conjunto ‘azucarero’ se ubicaba en la parte alta de la tabla de posiciones.

Como es costumbre, el club local se hace cargo de la logística del equipo visitante en cuanto a traslados y seguridad con la Policía. Según el Deportivo Cali, ese domingo cuando salieron del hotel y se subieron al bus apenas los escoltaba un policía en moto.

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Además, el conductor llegando al estadio habría tomado una ruta equivocada y pasaron al frente de cientos de hinchas de Millonarios. Algunos aficionados se percataron del bus y comenzaron a lanzarles todo tipo de objetos que encontraron en el piso. Los vidrios del vehículo quedaron rotos:

“Yo sólo recuerdo que corrí la cortina de la ventanilla para protegerme y de repente sentí un golpe muy fuerte en la cabeza. Cuando reaccioné ya estaba en la clínica. Me dice el médico que pasaron 15 o 20 minutos antes de despertar”, recordó el ‘Carachito’ Domínguez en una entrevista con El País.

Como pudieron llegaron a El Campín y al defensa y volante afectado lo trasladaron a la Clínica Palermo. El partido estaba programado a las 5:30 p. m. de ese domingo, pero de inmediato los jugadores del Cali se negaron enfrentar el compromiso.

Vivieron momentos de angustia, ya que lo único que sabían es que uno de sus compañeros estaba en la clínica. Mientras tanto los jugadores de Millonarios salieron a calentar a la cancha, aunque Óscar Córdoba se solidarizó con sus colegas del Cali y pedía la suspensión del partido: “Tenemos que parar a estos vándalos”, le dijo a la transmisión de RCN.

La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) denunció que los directivos del fútbol no admitieron la posición de los futbolistas del Cali, les dijeron que suspender un partido traía varios problemas económicos y luego los amenazaron con poner sanciones disciplinarias.

‘Cheché’ Hernández, técnico verdiblanco, buscó apoyó en Millonarios y no la encontró: “Ustedes vieron la solidaridad de ellos, que salieron a la cancha…”, dijo irónicamente. El partido se retrasó 45 minutos, pero se jugó y ganaron los capitalinos 1 – 0 con gol de Carmelo Valencia.

Sobre la medianoche dieron de alta a Domínguez y como saldo quedó una pequeña herida en su cabeza y algunas lesiones en su ojo derecho, esta era la gran preocupación por unas esquirlas que le cayeron.

El general Rodolfo Palomino, director de la Policía de Bogotá, defendió el operativo al decir que sí se cumplieron las medidas de protección y llamó a la ciudadanía a dar información sobre el agresor por lo que se pagaría una recompensa de 5 millones de pesos. Hacía poco se había creado una Comisión de Seguridad por la violencia en el fútbol, pero Nicolás Uribe, Representante a la Cámara expresó: “no está fungiendo las funciones para lo cual fue creada. Al Gobierno Nacional le falta interés para sacar adelante una iniciativa de verdadera acción de control”.

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La gran polémica la generó el arquero Sebastián Blázquez: “En el fútbol hay dirigentes nefastos que conocí cuando se presentaron en la cancha. Primó más el negocio y toda la corrupción”. Por esa declaración, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya, pidió que se le abriera una investigación en la Comisión Disciplinaria de la Dimayor.

Así fue y el argentino debió regresar a Bogotá para declarar. Allá pidió perdón y aclaró que no se refería específicamente a los directivos colombiano, al final no lo sancionaron. El alcalde Samuel Moreno lo trató como un hecho aislado que se debían individualizar y por eso Millonarios, equipo del que era hincha, no sería sancionado.

Nueve días después del incidente capturaron a William Quintero en el sur de Bogotá en un taller de mecánica en Bosa al sur de Bogotá. “Quiero que me perdonen, fue un momento de calentura. Estaba haciendo fila, vi una piedra en el piso, la cogí y la arrojé contra el bus”, dijo el hombre de 29 años que ese día entró a lateral sur, aunque aclaró que no hacía parte de ninguna barra organizada.

Quintero llamó al ‘Carachito’ y le pidió perdón, en la URI de Paloquemao se hizo una audiencia de conciliación, pero Domínguez estaba en Cali y así quedó la cosa. “Le dije que no tenía ningún rencor hacia él”, contó el jugador sobre la llamada.

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Solo 2 años después Juan Guillermo Domínguez fue fichado por Millonarios y se ganó el cariño de la hinchada ‘albiazul’. En su primera etapa ganó la Copa Colombia (2011) y años más adelante fue campeón de la Liga (2017-II), en una recordada final ante Santa Fe.

‘Carachito’ ha reconocido que es hincha de Cali, pero con Millonarios vivió algunos de sus mejores momentos y tiene un gran amor. En 2020 recordó la agresión en un Instagram Live con Camilo Porras y lo que le dijeron cuando aceptó jugar en Millonarios: “creo que eso llamó la atención del hincha azul, porque dijeron: ‘este man, después de que le rompieron la cabeza, ¿se viene para acá? Este man está loco’. Pero fue lindo, porque me recibieron de la mejor manera”.