Fue por ello que los árbitros de canotaje debieron acudir a sus propios medios para medir tiempos, definir disputas, resolver reclamos y solventar finales apretados en una jornada que le dio 2 medallas doradas a Bogotá, delegación favorita para llevarse el título de las justas, una con Víctor Barón en K1 500 y otra con Alejandro Rodríguez en C1 500.
Al respecto, Pulzo le consultó a Zulma Riaño, jefe de jueces de la competicia, sobre dicha situación, ante lo cual contestó responsabilizando a la organización de los Juegos.
“Esas preguntas son para el área competente, que en este caso sería el Ministerio del Deporte. Nosotros como jueces tratamos de que el evento salga adelante con los recursos que nos están entregando”, comentó inicialmente.
Luego, aclaró que pese a las dificultades, las pruebas se pueden efectuar con total transparencia: “Actuamos según las condiciones y la experiencia que tenemos en los 20 años que este deporte lleva en Colombia y tenemos cómo solucionar las eventualidades que se nos van presentando con los resultados”.
Finalmente, dijo que la labor arbitral está dispuesta a mejorar, por lo que siempre quedan “evidencias para que todo el mudo pueda corroborar lo que se está entregando”.
Al inicio de esta nota, el video con las palabras de la jefe de jueces.
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