James Rodríguez se marchó del estadio Santiago Bernabéu al minuto 84 del encuentro contra el Betis, cuando el marcador estaba empatado a cero y su equipo se jugaba el liderato de la liga española. Esa situación fue catalogada por los medios de comunicación españoles como una muestra de falta de compañerismo y desentendimiento de lo que se estaba jugando el cuadro blanco.
Por eso, al ‘10’ le llovieron bastantes críticas. Sin embargo, Rodríguez aprendió la lección y en la goleada del Real Madrid por 6 a 0 ante el Galatasaray, por la Champions League, esperó en su palco el final del partido y bajó al camerino para felicitar a sus compañeros por el triunfo y fundirse en un abrazo con la figura del partido: Rodrygo.
El joven delantero brasileño, de tan solo 18 años, marcó un triplete este miércoles, motivo suficiente para que James protagonizara junto a él una de las postales más llamativas de la celebración del camerino madridista por la victoria ante los turcos, como se puede apreciar a continuación:

Sin embargo, cabe aclarar que esta jornada no fue perfecta para el colombiano. James llegó tarde al estadio, incumpliendo así el reglamento interno del Real Madrid, que indica que los futbolistas, así no estén convocados, deben estar junto a sus compañeros antes de cada partido.
Lo cierto es que la última semana y media para James en el Real Madrid fue la peor desde que regresó al equipo dirigido por Zinedine Zidane. El volante viajó a Medellín el lunes 28 de octubre por el nacimiento de su segundo hijo, por ese motivo se perdió varios entrenamientos y después se confirmó que está lesionado, aunque el club español no ha querido confirmar de qué.
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