En entrevista con La Red, aseguró que a medida que se iba profesionalizando en el automovilismo, era cada vez más difícil costear la carrera.

“Empezó a complicarse cada día más, hasta el punto de que mis padres vendieron absolutamente todo, hasta la casa de nosotros; quedamos absolutamente en cero”.

Según contó al programa, sus papás no fueron los únicos que hicieron sacrificios: cuando solo tenía 10 años, Valentina, su hermana menor, tomó una decisión para que Óscar siguiera cumpliendo su sueño:

“Ella dijo ‘voy a empezar a ganarme la beca del colegio para poder apoyar a mi hermano y que no tengan que gastar tanta plata en mi estudio’”.

Agregó que su hermano también lo apoyó y cuando este tenía alrededor de 21 años renunció a ir a la universidad para no gastar dinero. Asimismo, para que la familia se ahorrara el gasto de un representante, él empezó a gestionar todos los asuntos profesionales de Óscar.

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Durante la entrevista con el programa, el piloto colombiano también contó lo que más o menos cuesta correr autos. De acuerdo con él, una temporada en GP3 está entre 1’000.000 y 1’500.000 dólares (entre 3.000 millones y 4.500 millones de pesos) . A veces, con sus patrocinadores, solo podía reunir entre 200.000 y 300.000 dólares (entre 600 y 900 millones de pesos).

Ahora, para poder seguir en Fórmula 2, “se pueden ir alrededor de 2’500.000 euros” en una temporada, es decir, 7.500 millones de pesos.

Después de todos los sacrificios que los familiares de Óscar han hecho por su carrera, él solo espera el día en que todos ellos, sobre todo sus papás, no tengan que preocuparse por su futuro.

“Mi familia ha pasado por cosas difíciles y me encantaría poder decirles a mis padres ‘ya no se tienen que preocupar más por tantas cosas, ya pueden descansar”.