Así como el fútbol le ha dado grandes alegrías, el ibaguereño Hernán Torres Oliveros también ha tenido que digerir dolorosas derrotas en su carrera, no solo como entrenador, sino incluso desde su época de jugador. Como la del miércoles, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, en el estrepitoso revés (7-1) del Deportes Tolima ante Flamengo de Brasil, por los ‘octavos’ de la Copa Libertadores.

El orientador, en un planteamiento para el olvido, no fue capaz de evitar la debacle ante el ‘Rubronegro’ y encajó otro resultado lapidario en su historial, que ‘revivió’ a los fantasmas que lo han perseguido durante toda su carrera. Lleno de inseguridades, con decisiones equivocadas en la escogencia de la nómina, y una tardía lectura del partido, Torres Oliveros se labró su propia suerte.

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Y es que en su trasegar en el balompié rentado, este tipo de marcadores se han vuelto frecuentes en la carrera de Torres Oliveros. Como arquero, el 27 de septiembre de 1987 fue protagonista de la humillante caída del ‘Vinotinto y Oro’ ante Deportivo Cali, que lo venció 8-1 en el césped del Pascual Guerrero de Cali; en cotejo en el que el cancerbero encajó cinco de las anotaciones del ‘verdiblanco’.

Y como adiestrador, el primer gran golpe fue -sin lugar a dudas- fue la 5 de abril del 2008, cuando fue vapuleado 7-2 por Boyacá Chicó, en el césped de La Independencia de Tunja. Ese duro revés fue el estallido de una campaña para el olvido, en el que fue relegado a mitad del certamen para darle paso al ‘Cacique’ Jorge Luis Bernal, pero luego retomó el cargo y culminó último del tablero de posiciones.

Luego, vino aquella noche del 16 de marzo del 2011, cuando precedido de un sonoro éxito en la fase previa de la Copa Libertadores, al eliminar al Corinthians de Ronaldo y Roberto Carlos, no pudo revalidar su buena campaña en fase de grupos, y cayó goleado 6-1 en su visita a Cruzeiro. En el césped de Sete Lagoas, el ‘Pijao’ tuvo que resignarse a una lapidaria jornada, que lo dejó en la ‘cuerda floja’.

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Al año siguiente (2012), como timonel de Millonarios, estuvo en el banquillo aquel 26 de septiembre en el estadio Santiago Bernabeú, en disputa del trofeo homónimo. El balance para el hijo del barrio La Francia de la capital tolimense no pudo ser más cruel: un 8-0 ante el conjunto ‘Merengue’, que incluso -a través de Kaká- se dio el lujo de marcarle uno de los goles con los glúteos, en una acción humillante.

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Pero cuando se creyó que este era solo un amargo recuerdo en la trayectoria de Torres, vino un nuevo y duro golpe. El entrenador sufrió el que es el más fuerte revés de elenco nacional en la historia de la Copa Libertadores, y la segunda peor derrota en la escena continental del FPC, por debajo del Cruzeiro 8-0 Atlético Nacional de la Supercopa. El 7-1 ante ‘Fla’ se convirtió en una ‘cruz’ difícil de llevar.

 La gran incógnita por parte de la afición es saber si tras este descalabro en el certamen sudamericano, en el que el ‘Vinotinto y Oro’ hacía un loable papel, es si el estratega continuará o no en su cargo, debido a que los malos resultados en las últimas dos semanas saltan a la vista. Y reflejarían, así Torres lo niegue, un evidente desgaste físico y mental, del cual le costará reponerse pronto.